Hojas de morera en la calle Goleta, VALDENARROS

Llegó con sus largas piernas

un aciago día.

Pasó sin llamar… silenciosa y dolorida.

Me pilló por sorpresa,

mientras amarraba nubes

entre azucenas marchitas.

Era persuasiva la muy ladina

y de una belleza tan pura como exquisita.

Con todo ello, ¡quién iba a negarse, a ser su amiga!

Formamos una pareja

de las que dan envidia,

pues nunca nos separamos

ni de noche ni de día.

Y al final pasó lo que imaginas...

que trajo con ella lo que más quería.

Un triángulo amoroso formamos:

la Soledad, la Amargura

y esta existencia mía;

que ni sueña, ni duerme,

ni de dolor se vacía.
(2017)