PEÑALBA DE SAN ESTEBAN: HABLANDO CON EL DEMONIO, ...

HABLANDO CON EL DEMONIO,
Se pasaron muchos años, de poco valen sorpresas, el hombre busco los daños cuando las dudas regresan. Aquella noche de agosto con el coche circulando, no recuerda haber pasado por Peñalba ni rodando. Desde Los Altos de Ayllón su coche se fue volando, sin saber su situación en San Esteban fue despertando. No sabe cómo llegó, pero su mente pensando, el Duero le despertó y se quedó tiritando. Ha vuelto hacer el camino, mirando bien los rellanos, no sabe cómo su signo no termino en los barrancos. No puede contar su historia, tiene miedo de los tramos, que pueden tener memoria y lanzar ciertos reclamos. Eran horas de una noche que circulaba pensando, nadie le habló de reproche ni de fantasmas volando. Peñalba tiene misterios de sus noches mal pasadas, en ciertos momentos serios siguen las mentes dañadas. Mirando sus alamedas, salen momentos marcando, la ruta tiene sus sendas que pudieran ser volando. Ha mirado los destinos de los trinos encantados, y nadie sabe de signos de otros tiempos marginados. Peñalba sigue pensando en las noches de descanso, su tierra sigue marcando algún eco de remanso. Las curvas son peligrosas, el camino es ir cimbreando, allí no se ven las rosas ni a las gentes ir andando. Los misterios siguen vivos, los cielos siguen brillando, no se precisa adjetivos si a veces te ves volando. G X Cantalapiedra.