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NAVAPALOS: LE QUEDABAN TRES MESES DE VIDA...

LE QUEDABAN TRES MESES DE VIDA
Aquel hombre jubilado, con la enfermedad de cáncer de Próstata encima, pensaba que le gustaría que hablasen de él después de muerto, el medico Urólogo, le había comunicado su final, el notaba que cada día estaba peor de salud, su cuerpo como su mente se estaba acostumbrando a sentir dolores y problemas al orinar, sabía de sobra que era cuestión de tiempo el marcharse de este mundo, no tenía dudas del pronóstico dado por su médico, más en su mente afloraba el poder hacer algo sonado, que repercutiera en el camino de su país, había un político que estaba lanzando mentiras todos los días del año, era un hombre gordo, casi calvo, y en su partido era un látigo contra todos los demás políticos, este hombre le tenía marcado, desde el centro de jubilados donde pasaba muchos ratos entretenido con los juegos y conversaciones, notaba como la mayoría de sus compañeros de juegos le odiaban a este ser que para él era un energúmeno, y hablando con uno de esos amigos, le dijo que tenía un pistola en su domicilio con diez balas, este hombre enfermo notó que le atraía la idea de quitarle de en medio a tal personaje, cosa que quiso preparar deprisa, intento localizar su vivienda, la pistola la cargo y limpio, y unos días antes de su fechoría, quiso comprobar como estaba de protegido dicho energúmeno, y con su gabardina un poco vieja, se paseó delante del domicilio, no le parecía difícil el atentar contra su enemigo sin que el se diera cuenta, Este hombre sabía que no se le podría juzgar, seguro que estaría muerto antes, y lo mismo le daba morirse solo en su vivienda, que morir en una celda de una cárcel o juzgado, más en el día que esperando realizar su fechoría, su salud parecía estar fatal, sus fuerzas flaquearon, los mareos que tenía no podía ver el horizonte, y mucho menos apretar el gatillo por muy cerca que estuviera, cayendo al suelo sin explicación de lo que le pasaba, que termino su vida ingresado en el hospital de su ciudad, entre luces de urgencias y enfermeras blancas, era su triste destino, de seguir siendo un muerto sin saber de dónde venía ni que intenciones tenía, la pistola del amigo fue requisada sin más problemas, ya que no aparecía en ningún registro, G X Cantalapiedra.