GORMAZ Y SUS TORMENTAS
Cuando suenan las tormentas
la Fortaleza resiste,
sus sonidos te atormentan
y la duda siempre existe.
Los rayos cruzan deprisa
mientras brillan las murallas,
Gormaz contiene su risa
cuando los truenos son trallas.
El Duero camina lento
por estas tierras sorianas,
a la vez que corre el viento
en las tormentas profanas.
Gormaz respira tormenta
desde su cumbre gloriosa,
parece que se alimenta
al ver la lluvia gozosa.
Las nubes pasan volando
sobre la gran Fortaleza,
la tormenta va dañando
todo lo que fue nobleza.
Estas tormentas dañinas
que pasan rozando al Duero,
caminan por sus colinas
con sentido pendenciero.
Se vuelve el hielo granizo
para destrozar cosechas,
hay tormentas con hechizo
que llegan haciendo brechas.
La Fortaleza testigo
de esos rayos trepidantes,
que nos parecen castigo
con sus truenos delirantes.
Gormaz se mira en el Duero
como paisaje dichoso,
su pasado es romancero
de aquel Cid tan victorioso.
G X Cantalapiedra.
Cuando suenan las tormentas
la Fortaleza resiste,
sus sonidos te atormentan
y la duda siempre existe.
Los rayos cruzan deprisa
mientras brillan las murallas,
Gormaz contiene su risa
cuando los truenos son trallas.
El Duero camina lento
por estas tierras sorianas,
a la vez que corre el viento
en las tormentas profanas.
Gormaz respira tormenta
desde su cumbre gloriosa,
parece que se alimenta
al ver la lluvia gozosa.
Las nubes pasan volando
sobre la gran Fortaleza,
la tormenta va dañando
todo lo que fue nobleza.
Estas tormentas dañinas
que pasan rozando al Duero,
caminan por sus colinas
con sentido pendenciero.
Se vuelve el hielo granizo
para destrozar cosechas,
hay tormentas con hechizo
que llegan haciendo brechas.
La Fortaleza testigo
de esos rayos trepidantes,
que nos parecen castigo
con sus truenos delirantes.
Gormaz se mira en el Duero
como paisaje dichoso,
su pasado es romancero
de aquel Cid tan victorioso.
G X Cantalapiedra.