BLACOS: La mayoría de los visitantes de esta página estoy seguro...

Agradezco al señor Alejandro por seguir en esta página; pero como decia doña Cirila " mi primera maestra ", donde las dan las toman. No obstante el señor Gonzalo se encuentra en su medio. No es lo mismo que un carpintero quiera exponer sus ideas y recuerdos; pues tendrá muchas dificultades para hacerse entender, es cono se el señor de las letras quiera hacer una puerta. Creo que lo mas importante es el respeto a los demás. Aprovecho para feliatr. Felices Fiestasss...

La mayoría de los visitantes de esta página estoy seguro que entienden perfectamente expresiones como "deja vu" o "el año de la marmota". Y yo aprendía desde el día siguiente de mi primera comunión que en esta vida no le puedes caer bien a todo al mundo, aunque te esfuerces en intentarlo o no hagas nafa para conseguirlo. Pero llega un momento en la vida que, lejos de convencionalismos, haces lo que realmente te da la gana, sin importarte lo más mínimo si alguien se puede molestar por lo que diga. Claro que si es así siempre tiene la posibilidad de contestarme, mandarme a hacer puñetas o acordarse de todo mi árbol genealógico. Y lo podrá hacer porque al final de este texto aparecerá mi nombre y mis apellidos, que es la mejor prueba de que asumo de cada palabra que escribo. Y las escribo siempre con una exquisita educación y un absoluto respeto, aunque me dirija a alguien, como es el caso, que no conozco, que puede ser incluso mi primo o mi hermano, pero que me quedaré con las ganas de saberl0.
Pero por encima de estos principios deontológicos, debo decir que la polémica epistolar me gusta más que a un tonto un caramelo. Y aquí estoy, dispuesto.

Y lo primero que te voy a decir es que no eres nada original, Ya se ha repetido otras veces en este mismo foro el hecho de que me digan que me encuentro en mi medio, un foro para escribir. Y la verdad que esto, probablemente sin querer, es un halago, porque el hecho de ser Licenciados en Ciencias de la Información no avala que sepa escribir, y mucho menos escribir bien. Pero al considerarlo mi espacio das a entender que no lo debo hacer mal del tod0. Y lo que ya me ha llevado al Parnaso de la Pluma y a soñar con el futuro Nobel de Literatura es que me llames "el señor de las letras". La verdad es que nunca había recibido un reconocimiento tan extraordinario. Cuanta sensibilidad, cuanta verdad, cuanto reconocimiento y cuanta ternura hay en tus palabras. Tienes que ser un amigo de verdad, de los sinceros, de los que están siempre en la sombra como un ángel de la guarda, Y es evidente, me gusta escribir, y poco más, Por eso jamás me encontrarás en un foro de albañiles, jamás me verás arreglando una puerta, nunca me verás en el huerto y es imposible que pruebes algo que cocine yo, porque hasta los huevos fritos me parecen una obra maestra, lejos del alcance de mis posibilidades. Y no sólo admiro, sino que respeto profundamente a los que hacen este tipo de trabajos. Por eso, quizás por eso, mis mejores amigos de Blacos son o han sido albañiles, agricultores, trabajadores de Campsa o Carteros. Y ellos te pueden decir que me he sentido agradecido y orgulloso de su amistad en cualquier lugar y a cualquier hora.. Les tengo un enorme respeto y mantengo con ellos una deuda eterna por compartir su vida conmigo. Se lo puedes preguntar, si tienes algún interés en superar esos estereotipos y prejuicios que pareces albergar hacia mi persona. Y se lo puedes preguntar tuteándolos, y a mí también. Esa ironía trasnochada y añeja de señor Alejandro y señor Gonzalo, que por cierto me recuerda a algunos textos anteriores, me produce cierta tristeza porque me da la sensación que es un pobre intento de desfigurar mi nombre, sí ese que pongo siempre al final de lo que escribo. También puedo asegurar que no me importa que firmes o no firmes lo que escribes, porque si has leído con atención algunos de mis textos anteriores, yo lo que pido es que no se pierda esta página, que escriba todo el que quiera y que lo haga de la forma que quiera. De cualquier manera en la que no se pierda la educación ni el respeto, aunque por el camino se le olvide poner su nombre. Y como le que me gusta en esta vida es escribir, llevo más de 30 años ganándome la vida escribiendo, lo hago también por necesidad, para luchar contra mis demonios interiores. Pero también lo hago con fines terapéuticos y sociales. Para ayudar a los que necesitan reivindicar y ensanchar sus estrechos márgenes vitales. Pero para lo único para lo que no escribo es para buscar la gratitud e nadie. Para eso me resulta más útil pagar el precio de mis libros.
Feliz Navidad, de corazón.