BLACOS: Nada podía provocarme más tristeza que esa mirada inexpresiva,...

Quien será el bicho. Tiene que tener acojonad@s a toda la chiqueria del pueblo.

Nada podía provocarme más tristeza que esa mirada inexpresiva, con los ojos perdidos en un infinito inescrutable, sin pestañear, porque hacía tiempo que ya no quedaba ni ese mínimo registro de vida en esas pupilas grises como la inmensidad del mar. Miraba sin mirar porque ya no encontraba nada a su alrededor que la despertara de su letargo del olvido. Podíamos estar así horas y horas, todo el día, todos los días en los que me empeñara en encontrar algo de luz en ese túnel en el que se había sumergido. ¿Cómo mostrar cariño a una persona que tienes a un metro de distancia física y a años luz de distancia mental? No percibes ninguna señal, ningún indicio de que llega a su interior ese profundo amor que le muestras en cada encuentro. El resultado es un sufrimiento mutuo, un peldaño más en esa escalera de dolor consciente. Te quedas sin armas con las que luchar porque la respuesta es la de un cuerpo vencido, la de un corazón apagado, la de una vida que sólo la mantiene la resistencia física sin más vínculos afectivos que los que tú te empeñas en conservar. Es devastador el esfuerzo que haces para llegar a un punto que ya es inalcanzable, el de esa complicidad mantenida durante muchos y amasada en amor y cariño maternal. Antes de la nada definitiva ya luchas con la inexistencia de afectividad. Y no es que la haya perdido, se la robado su memoria perdida, en fuga permanente desde hace ya tiempo. Está un metro de ti y es imposible llegar a sus sentimientos. Porque el Alzheimer te roba todo y al final sólo te queda el empeño de luchar por si algún día se les ocurre regresar.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pir error he relacionado mi mensaje como respuesta a mi adorado primo. Debe leerse por separado y es una reflexión personal sobre el alzheimer.