BLACOS: Pues no vas descaminado, todos los molineros son de...

Cuando comienza el año casi todos, creo yo, hacemos propósitos de enmienda. Entre ellos están los de ser mejores que hasta ahora, no criticar a los demás, no tener envidia de los que nos rodean, empezar a hacer ejercicio y ponernos a dieta, hacernos algún implante o quitarnos lo que nos sobra, decir siempre la verdad aunque duela o dejar de criticar a la familia, en especial a los primos acoplados. Luego en realidad descubrimos que de todas esas buenas intenciones no cumplimos ni la mitad y a los dos días todo vuelve a ser como siempre y nos decimos que ya lo haremos el próximo año. Yo en principio tengo buenas intenciones pero ya puedo asegurar que lo del primo acoplado no lo voy a cumplir y eso que estamos a cuatro de enero. Y es que si ya me fastidia que nos desee feliz navidad un mes antes de tiempo, lo que no soporto es que nos desee mucho trabajo a estas alturas. ¡Qué facil es decirlo cuando él sabe que por mucho que mejoren los trenes siempre habrá vías que arreglar o que romper para luego arreglarlas! Y eso que RENFE va adelgazar doscientos kilitos este año, pero como si ná, en dos días suben las tarifas, privatizan las estaciones, dejan de regalar auriculares en el ALVIA y listo, a ganar dinero para los cuatrode siempre.
En lo que si voy a tratar de cumplir mis promesas es en lo de decir la verdad. Y empiezo con nuestro vecino de abajo, ese que nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino. ¿Qué, eh? ¿Cuándo nos vas a contar la historia de nuestro molino? ¿O es que no la encuentras? Igual te confundes de página y nos dices que Curro Jiménez fue el primer molinero de Blacos, si hombre ese bandolero simpático que abanonó la molienda por culpa de cuatro caciques que le hacían la vida imposible. Bueno también puede ser que se haya ido a Argentina a conocer a los Boíllos de aquellas tierras, que dice que son de su familia. A estas alturas de la vida una buena herencia es la mejor solución. Igual nos lo puede contar en el próximo cocido popular de Blacos. Yo espero que si hay, este año tenga más suerte. En el del año pasado me tocaron dos alubias duras que naufragaron en cuatro gotas de caldo. Mientras a mi lado Vicente se comía todas las bolas. Cuando protesté la Txus, esa cocinera a la que se le ha subido la fama a la cabeza, me dijo que se las tenía que comer Vicente porque había hecho de pinche mientras que yo me tocaba las narices. YA, es verdad, pero Iñaki tampoco había hecho nada y como era él quien repartía se quedó con sus alubias y las mías. Otra injustcia más que he sufrido desde entonces en silencio. Después los dos con el estómago lleno se deshacían en alabanzas a la cocinera como unos pelotas diplomados, cuando la verdad es que las alubias estaban duras, se habían pegado y sabían a cuerno quemado.
Y que deciros de la Comisión del año pasado. Las discusiones eran tan grandes, tan altas y tan largas que en más de una ocasión hasta el Enrique se quedó sin palabras, algo que si no lo veo no lo creo. El día que fuimos a comprar me dejaron sólo en el híper con la lista. Cuando acabé siete horas después, les llamé para ir a comer y me engañaron. Me dijeron que estaban en Los Rábanos cuando en realidad estaban al lado de le Plaza de Toros. Cuando los descubrí se me pasó el cabreo en un segundo porqué me quedé pasmado de la bronca que tenían con el camarero porque se le había caído un plato de sopa en la cabeza de Marí Cruz (acababa de venir de la peluquería). Al final les invitó a comer a todos menos a mí que como llegué tarde le dijeron que yo no iba con ellos y que no me conocían de nada. Me callé, porque a mi era al único que le importaba que la fiesta saliera bien. También me callé cuando tuve que poner todas las mesas y luego servirlas mientras ellos comían, jodé no pensaban más que en comer. Bueno, la verdad es que con las copas me ayudó Vicente.Él me llevaba el carro cargado de botellas, hasta que se econtró con unos conocidos (que raro). Se paró a saludarlos, soltó el carro y con el peso y como era cuesta abajo, acabé sirviendo pacharán a unos jubilados de La Torre que estaba a la sombra en la plaza de su pueblo. Y así tres días y tres noches. La última estaban todos un poco "alegres", y nadie quería hacer la entrega de premios. Al final los convencí y todo iba bien hasta que empezaron a cantar los alemanes. Miguel decía que no entendía nada y que no había bebido tanto. Lo que me costó convencerle de que el motivo es que hablaban en otro idioma. Luego no paró en toda la noche de practicar con ellos y al final los alemanes fueron los que aprendieron castellano.
Bueno ya he cumplido mi promesa de decir la verdad. Pero la pienso mantener todo el año.

Pues no vas descaminado, todos los molineros son de la saga bandoleril, es lo que tiene la harina que llevas a molet 100 kilos y vuelves con 90.
De los molinos hasta despues de reyes no escribire pero anticipo en Blacos hubo dos molinod.
Asi que habia negocio.
Con este nuevo ano os ire contando cosas de Blacos que ya veo que como en la Torre la historia se pierde.