Sí señora, se llamaba Rincón del Tío Melquiades, y lo triste para mí, Mila, es que yo no lo tengo que consultar con nadie porque ya lo frecuentaba desde pequeño, es decir hace toda una vida. El no saberlo o el dudar significa que eres mucho más joven, de lo que me alegro. Por cierto Baraka, que en tu patria se diría algo así como Melquiadeko Txoko Jauna, que a tí hay que hablarte claro porque ante el más mínimo despiste no te enteras de ná, pero bueno siempre se lo puedes preguntar a mis primas que son las que ponen la inteligencia en esa familia. En el Rincón nos quitábamos el frío cuando éramos pequeños y nos dábamos calor cuando fuimos algo más mayores. Hay una clara diferencia porque en el segundo caso a veces lo único que se conseguía era un sudor frío mientras que en el primero siempre salías con los pies calientes y la cabeza fría. El Rincón del Tío Melquiades era uno de esos lugares donde si las piedras hablaran se podría escribir un libro de mil páginas por cada generación que ha pasado por sus rincones. Como sucedió con el viejo ayuntamiento, se llevó con él algunos de los secretos mejor guardados y algunos de los más conocidos, depende de quien se hable. Allí comenzamos a resguardarnos cuando llevábamos pantalones cortos y allí nos escondíamos después cuando ya usábamos pantalones largos. Conoció los juegos de niños, las travesuras de adolescentes y las historias de mayores. Convivió con tantas personas que sería incapaz de recordarlas proque era tan hospitalario que igual reunía a las mujeres en sus tardes soleadas de costura, que a los hombres que se asomaban al juego de pelota y les pillaba desprevenidos el cierzo. El rincón del Tio Melquiades, el palo de la Luisa, la puerta de la iglesia o el refugio del río Abión fueron algunas de las aulas de nuestra vida. Comenzaron como guarderías y luego se transformaron en escuelas... en escuelas de calor. Allí se impartían asignaturas de toda clase y nos sirvieron para conocernos mucho mejor a nosotros mismos.
Que conste que con esto lo que pretendo es que mi primo, el Sherlock Holmes, se muera de envidia porque él no asistió a esos cursos y cuando se apuntó a la escuela llegó con radiador incorporado. Por cierto, dejame que insista en mi invitación para que vengas por lo menos a la fiesta. Y que quede claro que no es para quedar bien delante de los que nos leen, es pura y simplemente una labor humanitaria. Dentro de dos días te vas a tener que quedar cuidando a los nietos para que tus hijas y tus yernos, a los que odiarás como todos los padres por llevarse tus tesoros, se vayan por ahí de vacaciones. Date prisa, que está al caer. Auqnue pensándolo bien, igual es mejor que no vengas porque las mujeres de la comisión te la tienen jurada por llamarlas fósiles. Aunque claro, un baraka se atreve con eso y mucho más. Saludos.
Que conste que con esto lo que pretendo es que mi primo, el Sherlock Holmes, se muera de envidia porque él no asistió a esos cursos y cuando se apuntó a la escuela llegó con radiador incorporado. Por cierto, dejame que insista en mi invitación para que vengas por lo menos a la fiesta. Y que quede claro que no es para quedar bien delante de los que nos leen, es pura y simplemente una labor humanitaria. Dentro de dos días te vas a tener que quedar cuidando a los nietos para que tus hijas y tus yernos, a los que odiarás como todos los padres por llevarse tus tesoros, se vayan por ahí de vacaciones. Date prisa, que está al caer. Auqnue pensándolo bien, igual es mejor que no vengas porque las mujeres de la comisión te la tienen jurada por llamarlas fósiles. Aunque claro, un baraka se atreve con eso y mucho más. Saludos.