¡Un saludo a todos los navegantes del río Abión ¡
Es un gustazo ver como se va agregando cada vez mas gente a esta aventura informática.
Yo por mi parte seguiré colgando fotos y haciendo comentarios baldíos para la cruel realidad, pero espero que fértiles para la conversación, la discusión y el debate de este grupo de marineros locos que un día atracaron su corazón en los muelles del rió Abión.
Ya hace un tiempo me atreví a proponer y propuse un concurso de iluminadas ideas, que ayudara, en cierta manera, a revitalizar nuestro tan amado pueblo, y el resultado fue una especie de albergue municipal lleno de chinos, en el que Luis cocinaría rollitos de primavera para todos y Don Vicente animaría las veladas tocando la armónica.
Bueno yo siguiendo con lo mío, y tal vez influido por la tierra en la que vivo, en la que se acostumbra a valorar por encima de todo los productos y las costumbres del país, me voy a atrever a exponer otra de mis maravillosas ideas.
Por si alguna asociación o grupo cultural blaquense están interesados en ellas, sepan desde ahora que tienen concedidos todos los derechos.
La idea seria hacer un concurso anual de Rosquillos, y que eso incluso nos llevara a crear la Cofradía Blaquense de los Rosquillos.
¿Qué acontecimiento festivo, reunión familiar o partida de cartas de mujeres se ha hecho en Blacos sin rosquillos?. Doraditos y un poco crujientes por fuera y jugosos y esponjosos por dentro, gorditos y rechonchos, con ese sabor oculto a anís y ese aroma que llenaba toda la cocina y que hacia imposible comerse uno nada mas y mucho menos que se llegaran a poner duros.
Y desde aquí mi agradecimiento a todas las buenas mujeres blaquenses, que a lo largo de la historia, en aquellas locas y alegres dianas nos sacaban generosas repletos platos de sabrosos rosquillos, el anís y el vino dulce, que nos daban fuerza y ánimo para seguir saltando y cantando al ritmo de la gaita y el tambor. ¡Gracias!
¡AH! Y sin ánimo de ofender y con el sólo propósito de animar el cotarro y crear un ambiente propicio para el debate, diré, que para rosquillos los de mi tía Catalina.
Ahí queda eso. Un saludo.
Es un gustazo ver como se va agregando cada vez mas gente a esta aventura informática.
Yo por mi parte seguiré colgando fotos y haciendo comentarios baldíos para la cruel realidad, pero espero que fértiles para la conversación, la discusión y el debate de este grupo de marineros locos que un día atracaron su corazón en los muelles del rió Abión.
Ya hace un tiempo me atreví a proponer y propuse un concurso de iluminadas ideas, que ayudara, en cierta manera, a revitalizar nuestro tan amado pueblo, y el resultado fue una especie de albergue municipal lleno de chinos, en el que Luis cocinaría rollitos de primavera para todos y Don Vicente animaría las veladas tocando la armónica.
Bueno yo siguiendo con lo mío, y tal vez influido por la tierra en la que vivo, en la que se acostumbra a valorar por encima de todo los productos y las costumbres del país, me voy a atrever a exponer otra de mis maravillosas ideas.
Por si alguna asociación o grupo cultural blaquense están interesados en ellas, sepan desde ahora que tienen concedidos todos los derechos.
La idea seria hacer un concurso anual de Rosquillos, y que eso incluso nos llevara a crear la Cofradía Blaquense de los Rosquillos.
¿Qué acontecimiento festivo, reunión familiar o partida de cartas de mujeres se ha hecho en Blacos sin rosquillos?. Doraditos y un poco crujientes por fuera y jugosos y esponjosos por dentro, gorditos y rechonchos, con ese sabor oculto a anís y ese aroma que llenaba toda la cocina y que hacia imposible comerse uno nada mas y mucho menos que se llegaran a poner duros.
Y desde aquí mi agradecimiento a todas las buenas mujeres blaquenses, que a lo largo de la historia, en aquellas locas y alegres dianas nos sacaban generosas repletos platos de sabrosos rosquillos, el anís y el vino dulce, que nos daban fuerza y ánimo para seguir saltando y cantando al ritmo de la gaita y el tambor. ¡Gracias!
¡AH! Y sin ánimo de ofender y con el sólo propósito de animar el cotarro y crear un ambiente propicio para el debate, diré, que para rosquillos los de mi tía Catalina.
Ahí queda eso. Un saludo.
