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El Raso
EL MALO BONACHÓN
En el caso, milagroso, de que un día fuera director de cine, lo contrataría con los ojos cerrados para hacer de malo en mi película del oeste. Pero no sería ese malo odioso que hace que toda la sala esté rezando para que se lo carguen de una maldita vez. No. Sería ese malo bonachón, que enseguida se hace querer por todos, que despierta tal simpatía que cuando lo mata el sheriff, muchos se van de la sala porque para ellos ya ha terminado la película. Se podría titular algo así como ... (ver texto completo)
No soy " hijo de la derrota y del alcohol, ni sobrino de la necesidad", como canta en una de sus históricas letras mi querido Joaquín Sabina. Pero aún no siéndolo soy. Soy de esos a los que siempre ha llamado más la atención el mundo de pequeños canallas perdedores que el de los tiburones de Wall Street o de los macarras triunfadores que se columpian al mando de un descapotable por las playas de Puerto Banús. Y esto viene a cuento de los siguiente. Esta foto es la última en la colección de la página ... (ver texto completo)
Abril de 2006

La lluvia hizo acto de presencia. El cielo quiso enfadarse pero el sol asomaba y la claridad se apoderó aquella tarde de tiempo inestable. El cariño rezumaba por los rincones y en todas las dimensiones. El viento no intervino. El traje negro del primogénito en primera fila denostaba el más contenido de los dolores y hoy su voz temblorosa te ha recordado una vez más. Pocos días antes tu chaqueta marrón de lana me recordaba a la tierra, al abrazarte múltiples veces me transmitiste ... (ver texto completo)
Esta foto tiene mucho encanto en mí opinión.
Cerquita del río Milanos no Molanos, ese río se la ha inventado el corrector de mi dispositivo.
Esta fuente la he conocido siempre con el nombre de macristiano, cerquita del río Molamos y del Carrascal. Rica agua natural.
Una tarea exclusivamente femenina.

El olor de la ropa lavada con jabón casero, en el río, te llenaba de satisfacción por el trabajo realizado.

El sol blanqueaba más la ropa blanca. También se sumergía en agua con ceniza para conseguir el efecto vanish actual.

Se utilizaba un cajón de madera para proteger el cuerpo arrodillado de la lavandera del agua.

La ropa se frotaba sobre una losa de piedra y se restregaba también con ambas manos.
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Título: Mis vecinos "El Julio y La Clotilde"

Mi vecino Julio a su casa la llamaba hotel. Y a su mujer, Clotilde, la llamaba Patrona. Y en ninguno de los dos casos hay que buscar un desapego o una frivolidad. Para Julio su casa era un hotel porque entre sus cuatro paredes no le faltaba de nada. Todo estaba dispuesto para satisfacer y agradar al " cliente". Y a su mujer la llamaba Patrona con mayúsculas. Y estoy seguro que lo hacía así no porque en ella viera una figura de veneración religiosa. ... (ver texto completo)
Vuelvo a leer el mensaje de la morenaza y ahora lo de "Primo Baraka" me suena más a "Primavera" que a "Primopariente". Así que la recopilación te la voy a hacer pero de leches, por decirlo finamente. Besines y a pecar en semana santa
Título: El ramo de Pascua

Fue un comentario fuera de contexto, pero automáticamente encendió una bombilla en mi memoria, y segundos después comenzó a funcionar mi centro de datos. Quiero advertir que, en mi osadía, puede que cuente cosas que no tienen nada que ver con la historia real o que están muy lejos de coincidir con el significado de aquellos años. Fue oír ramo con caramelos y me sumergí en el pozo de mi infancia. Recuerdo, probablemente no lo viví y simplemente me lo contaron, que en Blacos ... (ver texto completo)
No se que está pasando que fallan mensajes, sobre todo si van acompañados de una foto. A lo mejor es por tantas lluvias y les pasa como a los camarones que se los lleva la corriente.
Volvemos a repetir. Que me mandes una dirección de correo electrónico a mi teléfono o lo pones en la página en el caso de que no te importe que lo vea todo cristo. Un beso morenaza
Otra cosa no se pero hacer el indio se te da de cojo... Para todo hay que tener salero, majetón.
El ciervo y la hierba fina.

Mi ramo de boj se lo comió un ciervo y el cura no me lo dio. Aquel domingo de ramos lloré de estupor. Por eso me fui al cañón del río Muriel Viejo con la navaja de pelar patatas y me corté uno para mi ventana. Ya no voy mas a misa porque el cura no me lo dio. ¡Cógeme uno mañana para mi casa!. Con el que me corté yo, ahora barro el corte y azoto al cochino al ir a echarle. Lo corté lo más grande que pude porque me quedé frustrado. Tal fue el enfado que cogí que aún lamento ... (ver texto completo)
Lo prometido es deuda, así que aquí estan las fotos del día de las manualidades. Otra cosa no habrá en el pueblo pero manitas hay para jartar.