Hijos del
pueblo
Este fin de semana lo he pasado en un pueblo en el que tengo una
casa. Hacía sol y buen tiempo. Mi vecino es un tipo de esos que nacen con el colmillo retorcido, y le gusta marcar territorio, como a los perros. Pero, como los de su calaña, marcan territorio no con la orina sino con la baba que desprenden. Y nada más verme me saludó con su simpatía natural y me dijo, “ Hombre, ya vienen los forasteros….”
A mi edad estas cosas gustan, para que lo voy a negar. Es un deleite que
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