Compramos energía a futuro



A veces los deseos quieren ser tan buenos que no encuentran palabras para expresarse. Son fechas en las que nos cargamos de buenos propósitos y nos cubrimos de un halo de bondad que nos obliga a llenar de las mejores intenciones el mundo que nos rodea. Son fechas propicias para el olvido de lo humano y para encumbrarno en objetivos divinos. La Navidad se convierte en un examecolectivo de conciencia, y todos queremos cerrar el balance del año con el haber lleno de números positivos y el debe con un ... (ver texto completo)
Hola, mala gente y otras hierbas. Ando medio liado y medio sin ganas. Sin ganas de escribir y liado con las setas. Estoy con la ilusión del principiante y también con la pesadez del que empieza en algo, dice la gonzalito que ya está hasta las tetas, mira que sois crueles y malas. Pero había que hacer un esfuerzo aunque solo sea para felicitaros las fiestas a todos y todas o viceversa. Comed como burros, bebed como cosacos y de lo otro lo que pida el cuerpo y un poco más. Cuando brindéis acordaros, ... (ver texto completo)
Puede ser que fuera un día gris, o lluvioso o soleado, no lo sé. Los recuerdos que guardo de mi confirmación son tan escasos que creo que confundo la realidad con la imaginación. Lo único que tengo claro es que éramos cuatro gatos, bueno o cinco, y que en un momento dado nos acercamos al cura, me imagino que D. José, y nos echó ceniza en el pelo y luego nos dio una bofetada al tiempo que decía eso de: " Para que te acurdes del obispo de Roma, toma". No me extrañó mucho lo de la bofetada, porque en aquellos años había pocos encuentros con tus padres o con los curas que no acabasen con un tabanazo en lugar de un punto y final. Es todo. Nada que ver con lo de ahora. El viernes estuve en una confirmación en la que había ochenta aspirantes al tortazo. Ochenta más los padrinos dan una cifra cercana a los 250. Y a esos hay que sumar los invitados, con lo que calculo que en aquel templo de dios estábamos por lo menos quinientas almas con los correspondientes cuerpos. Vamos algo así como en las fiestas de Blacos en hora punta, pero en lugar de en las Eras, en el interior de la parroquia. Y yo cuando entro a un iglesia me vuelvo muy desconfiado de repente. Y lo primero que hago es contar los curas que hay para cada sarao. En este había por lo menos diez. Y ya se sabe tenían que hablar los diez y probablemente cantar los diez también. Y el problema llega cuando no cantan a coro, no. Cantan de uno en uno y eso más parece un concurso de La Voz que un acto litúrgico. Había diez, y el que llevaba la voz cantante, y nunca mejor dicho, era el obispo, no el de Roma, el obispo de Pamplona. Me pareció un hombre sin el menor sentido del ridículo, porque sólo así se entiende que sea capaz de ponerse delante de 500 benditos con ese gorro en la cabeza. Como me aburro mucho en estas celebraciones, me puse a pensar los motivos para llevar ese sombrero tan raro. Y a la única conclusión a la que llegué fue que para protegerse de la lluvia no debía ser, porque con ese surco en el centro se le podía formar una balsa que lo colocara al borde del naufragio. Al final me quedé con la idea de que se lo ponía para parecer más alto y estar por encima de sus colegas. Con tanta gente en el templo y con el tono de voz que nos caracteriza, había allí un jolgorio insoportable. Entonces uno de los curas dijo. " Les invito ya a que vayan guardando silencio". A ver, fue una frase educada pero a estos hispanos si no les pones un plazo fijo y un castigo para que se callen, no consigues nada. Reconozco que era uno de los que hablaba pero lo hice como un acto de rebeldía más que otra cosa. De repente entre tanto cura, fue un minimonaguillo el que consiguió que se hiciera el silencio más absoluto. Se acercó al micrófono y dijo " Lectura del Libro de San Mateo". Un segundo después se oían las llamas de las velas. Y muchos seguro que pensaron lo mismo que yo: " Ya verás, aquí nos dan las siete de la mañana, porque el libro de San Mateo debe tener 1.500 páginas". El monaguillo se fijó en nuestras caras y se limitó a leer un trozo nada más: Se oían los suspiros de alivio. Después, casi sin sitio en el altar, apareció una abuelita para leer el evangelio. Y a mí me pilló pensando lo vagos que eran los otros once, que tenía que salir una venerable anciana a hacerles el trabajo. Me arrepentí enseguida, porque en cuanto se puso a hablar el obispo, yo estaba decidido a tirarme de cabeza al confesionario. Empezó con la mandanga de que todos podemos encontrar a dios, para ello es suficiente con ser buenos, honrados y católicos. Y así se encuentra a dios en todas partes, porque dios es amor y donde hay amor ahí está dios. T oma ya. Los divorciados por eso del desgaste, los casados sólo por lo civil, los que sisan en el súper o los que no están enamorados se quedan fuera, que lo sepáis. Luego la tomó con los confirmandos. Ellos estaban pendientes de sus trajes, sus tacones, su alisado de pelo, los cubatas que se iban a tomar por la noche.. Y el obispo les dijo que de eso nanai, que estaban en el segundo momento trascendental para entrar en la tribu de los discípulos elegidos, y para asegurar sus afirmaciones, les soltó a bocajarro, que los descarriados penarán la vida eterna y que los dos mayores vicios de esta sociedad son las drogas y la transexualidad. Así sin anestesia mi nada. Y yo entonces me puse a pensar en los asesinos, los corruptos, los pederastas. Oye se olvidó de todos y después de darnos la tabarra veinte minutos, tampoco hubiera pasado nada por aclarar un poco el asunto. Los chavales ni se inmutaron, pero en las filas que yo estaba se oyó un ligero murmullo, que hasta el obispo lo notó, y puede que dios también. En fin yo pensaba que con el rollo que había soltado, si los confirmandos no se habían ido de la iglesia como alma que lleva el diablo es que los había convencido. Los coj... A los pobres chicos los llevaban sus padrinos con una mano en el hombro para que cumplieran como hombres y no huyeran como cobardes. Que espectáculo, allí todos en fila, con dos guarda espaldas a cada lado para que el señor obispo les soltara una colleja, suave eso sí, pero colleja. Claro que en este caso no les echaron ceniza sino unos polvos (con perdón) aromáticos, que lo hace todo más fácil y agradable.
Yo dentro de lo que cabe tuve suerte porque el apellido de mi sobrino empieza por la C y en cuanto le dieron el tabanazo me fui raudo y veloz a echarme un cigarro para hundir definitivamente mi autoestima, porque esa misma mañana había prometido dejar de fumar. Llovía a cántaros y me parapeté en una esquina. Puse cara de cordero degollado, gesto de escuálido y ojos de amor encendido, a ver si dios se daba cuenta y me daba una pista para seguir el camino recto. Miraba a mi alrededor y sólo veía yonquis y transexuales, pero ni por esas. Y es que al parecer el amor es un sentimiento natural. Si no te sale no te sale, no se puede fingir y así es imposible engañar a nadie. Media hora después fueron saliendo los que aguantaron hasta el final. Cuando vi a mi sobrino iba de la mano de su novia y dándose besitos de enamorados. Los miré con envidia y me dije: " Esto lo han pillado, van con el amor en la mano para encontrar a dios". Y entonces entendía el sentido profundo y esclarecedor de las palabras del obispo. dios es amor y lo encuentras en la mano de esa chica que te mira embobada, y lo sigue haciendo muchas horas después entre la neblina de la resaca. Eso es amor, los demás son historias. ... (ver texto completo)
Ya está ahi la carreta, la carreta del tío Crispín, lo ha dicho el viento, el polvo y el eco del carrascal. Ya entra por las eras, con calma y serenidad, como remansando el tiempo en pura contemplación. Entra en las calles del pueblo, rodeadas de sus historias,, los niños la esperamos y el tío Crispín, con una suave sonrisa nos deja montar. De un rayado talego, saca chorizo y pan, con una pequeña navaja, hace trozos y nos dá, sentados en las talegas, comemos chorizo con pan. Ya va bajando la cuesta, ... (ver texto completo)
Me gustan tus relatos, son Historia de Blacos, o lo que es lo mismo historia de todos los que somos de Blacos. sigue acercando tus recuerdos a esta pagina, yo te doy las gracias.
Ya está ahi la carreta, la carreta del tío Crispín, lo ha dicho el viento, el polvo y el eco del carrascal. Ya entra por las eras, con calma y serenidad, como remansando el tiempo en pura contemplación. Entra en las calles del pueblo, rodeadas de sus historias,, los niños la esperamos y el tío Crispín, con una suave sonrisa nos deja montar. De un rayado talego, saca chorizo y pan, con una pequeña navaja, hace trozos y nos dá, sentados en las talegas, comemos chorizo con pan. Ya va bajando la cuesta, ... (ver texto completo)
LA FÁBULA DEL CAMINO Y EL GRILLO (Un poco de comprensión)

El camino, un tránsito, un lugar físico que en pocas palabras nos permite ir de un sitio a otro. Pero a veces el camino al mismo tiempo que enseña un itinerario nos acerca a una vida, a muchas vidas. El camino de Machado se refiere a la vida, "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Es decir nuestra vida es un camino, ese tránsito entre un principio y un final. Por eso el poeta añade, "al andar se hace camino, y al volver la ... (ver texto completo)
gracias de todo corazon, me he emocionado y se me ha escapado alguna lagrima. veo que de alguna manera entiendes algo que pasa en el pueblo aunque el miedo o la comodidad no deja decirlo. y no me refiero ati. gracias
LA FÁBULA DEL CAMINO Y EL GRILLO (Un poco de comprensión)

El camino, un tránsito, un lugar físico que en pocas palabras nos permite ir de un sitio a otro. Pero a veces el camino al mismo tiempo que enseña un itinerario nos acerca a una vida, a muchas vidas. El camino de Machado se refiere a la vida, "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Es decir nuestra vida es un camino, ese tránsito entre un principio y un final. Por eso el poeta añade, "al andar se hace camino, y al volver la ... (ver texto completo)
Alejandro sigue con sus relatos que tanto me gustan, todos, pero el de la Ermita y el del Molino, especiales..
El ultimo molinero nos trae aires del pasado, cuando ni siquiera corríamos por las calles del pueblo, es nuevo para la pagina, y a mi me interesa mucho.
Luego esta Jesus que no se olvida de saludarnos y que contribuye siempre a mantener viva esta vía de comunicación, Luego esta el...... que aunque se dio de baja, ha decidido volver a incordiar. demostrando que los grillos son duros de ... (ver texto completo)
En los últimos días, desde el momento que te leí Pepito, he pasado por distintos estados de ánimo, pero al final me quedo con uno, la perplejidad. Entiendo perfectamente que te equivocaras de objetivo, porque es fácil apuntarse a la afición de criticar al Baraka, que siempre lo pone en bandeja. Lo que ya no entiendo tanto es que pienses que mi primo es el mejor. Puede que lo sea, depende del motivo y las circunstancias, pero así en general en lo único que el Baraka puede ser el mejor es en elegir compañera de viaje, aunque hasta esto es probable que se lo discuta más de uno, aunque sólo sea por fastidiar, o por calzonazos que es lo más seguro. El acierto pleno es a la hora de calificar a la peña del sombrero. No somos mejores ni peores que nadie, pero sí somos diferentes y únicos, al menos los únicos que llevamos 25 años juntos, un cuarto de siglo discutiendo por la noche y siendo amigos por la mañana. Y te aseguro que es un logro que ha superado barreras de insidias, diferencias, desprecios y hasta esas miradas de maldad que tanto te preocupan. Y dicho esto no consigo deshacerme de la perplejidad. Mira, te voy a poner un ejemplo. A toda una leyenda del fútbol, Luís Aragonés, le preguntaron un día su opinión sobre alguno de sus enemigos y contesto, " yo no necesito tener más amigos, tengo suficientes". Yo podría decir lo mismo pero le voy a dar la vuelta. Yo por suerte tengo muchos amigos, pero no me importaría tener más, porque a la amistad siempre le doy mucha importancia. A lo que no le doy ninguna importancia es a los enemigos, si es que los tengo, que según dices sí que hay alguno en la viña del señor. Yo lo dudo, porque para tener enemigos hay que ser alguien importante y poderoso, y yo no soy ni una cosa ni otra. Aunque sí es cierto que hay gente que se apunta a la enemistad como a la rifa de un jamón en una tarde del fútbol. Compran los números y esperan a ver si les toca. Hay algunos que compraron números y esperan ser agraciados, aunque mientras tanto pueden acabar siendo desgraciados, y es una pena porque yo no le deseo ninguna desgracia ni a esos enemigos, los que, según tú, cuando les das la espalda te lanzan miradas incendiarias. Podría escribir largo y tendido sobre ello, pero sería una pérdida de tiempo, porque en esta vida odiar es perder un tiempo precioso que restas a otras cosas más productivas, como puede ser pensar, leer, conversar, escuchar música, ver un atardecer en Blacos, o tomarte unas cervezas allí donde habitaba el olvido. Y así se me pueden ocurrir un millón de cosas. Hasta es más interesante ir a pescar jibiones con tu amigo el Baraka y rezar para que alguna vez pille alguno. En ese momento comenzaré a creer en los milagros. Lo que no es ningún milagro, lo aprendí hace muchos años, es que nunca le puedes caer bien a todo el mundo. Intentarlo es perder el tiempo, como lo es aferrarte a alguien tóxico que te amarga la vida y te infesta el pensamiento. Hay mucha gente buena por el mundo, búscala, que la mala por lo que veo te busca a ti cada vez que doblas una esquina en el pueblo. Yo a esa gente nunca la encuentro. De lejos no la veo porque a mi edad ya se pierde vista. Y de cerca tampoco la veo nunca. Debe ser que nuestras miradas no coinciden y por tanto no se encuentran. Es fácil, inténtalo y si eso ya me lo vas contando. A no ser que pienses que es la mía una de esas miradas torcidas que se fijan en tu espalda como un dardo envenenado. Si es así, también dímelo, que igual estamos creando un mal rollo donde sólo hay cierta presbicia por culpa de los años.
En cuanto a lo del miedo, aumenta todavía más mi perplejidad. No acostumbro a hablar de ciertas cosas nada más que con la familia, pero sí te puedo decir que he peleado en trincheras más peligrosas, en trincheras que las amenazas no eran precisamente miradas mezquinas. Y ahí he seguido, con la vista y los cinco sentidos centrados en estar por encima de la línea de tiro.

Pero cuando salgo de la trinchera, no hago muescas en el fusil ni me entretengo en mantenerme en el ojo del huracán. Busco caminos más fáciles y atractivos para olvidarme de penalidades y rencores tan burdos como gratuitos. Dejo atrás unas cosas para preocuparme de las otras que me llenan mucho y me satisfacen más.
Espero que cuando leas esto, si lo lees, seas capaz de entenderlo y mirar al frente. No te gires porque puede ser que descubras de nuevo a tu espalda miradas de odio. Puedes estar seguro que nunca será la mía, ni la del Baraka claro, que para eso lo has puesto en un altar. ... (ver texto completo)
El Sixtu sería un lince cazándolos vivos `pero luego se le olvidaba aplicarse el unguento y a las pruebas me remito. A ver si hablo con el para que me vaya cazando alguno para mí, porque yo tampoco estaba a la hora de repartir la poción mágica. Fijate que funciona, Blacos se convertiria en el pueblo más rico al oeste del Milanos. Pelo para todos, perdón, besos para todos.
Pepito, como creo que lo que parece una respuesta hacia mí es en realidad referido a otra persona, más concretamente a mi primo el soplap…….., te diré que le leas con más atención y con más intención. Yo, que no soy del pueblo y que no tengo tantas referencias para entender muchas de las cosas que decís entre líneas, veo algunas referencias que le zumban el mango, sin ir más lejos en lo último que ha escrito sobre la noche de Halloween en el Chiringuito. Te veo con un poco de acritud, a todo el mundo ... (ver texto completo)
Cuenta la leyenda, que hace muchos años los niños de Blacos, estaban jugando en el pedregoso camino de la Villa. Se encontraron con somnoliento lagarto, meditando,"con su verde levita de abate del diablo, con un aire muy triste de viejo catedrático, los ojos hundidos de artista fracasado".. Uno de los niños que lo observaba, intentaba atraer la atención del saurio reptil, moviendo su dedo índice; pero el lagarto, con un agil y brusco movimiento, va asir apretando sus dientes en el dedo del niño, ... (ver texto completo)
Yo que pensaba que Pepito había hecho mutis por el foro y resulta que vuelve a aparecer como el ave fénix, me alegro. Más me alegro por los seteros de Blacos, creo que se están poniendo finos a toda clase de setas, claro que viviendo en la tierra de las setas no es difícil. Por lo que he oído Soria entera era una romería los fines de semana. Hoy ha empezado a llover por estas tierras después de no sé cuánto tiempo sin caer una gota, con un poco de suerte igual hasta vemos alguna seta por aquí, aunque ... (ver texto completo)
La verdad es que es muy bonito. es un mundo ideal en que los del sombreso son siempre guais, tu primo el baraka es el mejor, vuestra peña es la mejor y vuestras fiestas son las mejores. ¿y de lo demás que? yo estuve alli estoy casi siempre alli y veo otras cosas que nunca cuentas igual es por miedo. hay mas gente y algunos te miran a ti igual de mal que a mi. tambien puedes hablar de eso y de otras cosas que no son tan divertidas.
Era la primera noche de invierno después de un eterno verano. Y en Blacos el frío nocturno actúa siempre como cortina contra el ruido y de abrigo donde se refugia la alegría. Enfrente de la ventana de la Luisa, una pared de adobe firmaba la edad de una casa que ha vivido muchos días de Todos los Santos y muchas noches de las Ánimas, pero entre sus adobes no se dibujaba ni un sólo rasgo de la moderna noche de Jalohuen, que no deja de ser otra costumbre americana que parece que ha mamado entre las ... (ver texto completo)
Yo que pensaba que Pepito había hecho mutis por el foro y resulta que vuelve a aparecer como el ave fénix, me alegro. Más me alegro por los seteros de Blacos, creo que se están poniendo finos a toda clase de setas, claro que viviendo en la tierra de las setas no es difícil. Por lo que he oído Soria entera era una romería los fines de semana. Hoy ha empezado a llover por estas tierras después de no sé cuánto tiempo sin caer una gota, con un poco de suerte igual hasta vemos alguna seta por aquí, aunque ... (ver texto completo)