El primer arquitecto que tuvo la
Catedral fue Juan Gil de Hontañón. El que también fuera maestro de obras de la Catedral de
Salamanca firmó el contrato con el Cabildo Catedral de
Segovia el 7 de mayo de 1524. Junto a él trabajaría codo con codo su aparejador García de Cubillas, ambos bajo la atenta mirada del entonces canónigo fabriquero D. Juan Rodríguez.