El trascoro actual se hallaba en el
Palacio de
Riofrío, pero fue trasladado a su ubicación actual en 1782, este solo constaba de un cuerpo central, por lo que fue necesario añadir dos alas más para ocupar todo el espacio entre pilar y pilar. El asentamiento del
retablo fue llevado a cabo por Ventura Rodríguez y Juan de la
Torre y López, este último responsable de la elaboración de los laterales del
coro en las naves del Evangelio y de la Epístola. Estos laterales tienen nichos en los que se ubican las
esculturas de los cuatro evangelistas realizadas por Manuel Adeva Pacheco.