Se trata de un belén eminentemente manual y artesanal para cuya construcción es necesario colocar más de 200
piedras, medio contenedor de arena y elaborar cada uno de los arbolitos. No es de extrañar que el trabajo se haya prolongado durante más de dos semanas y haya sido necesario invertir más de cien horas en su instalación, cuyo peso total se aproxima a las tres toneladas.