Hace ya muchos años, la imagen del Cristo de Moralejilla el día de la fiesta de mayo o septiembre, no se bajaba desde la ermita hasta el convento al finalizar la fiesta, siempre estaba cobijado en la ermita durante todo el año, por la tarde, después de la procesión, se metía dentro de la ermita, se subia al retablo y ahí terminaba la fiesta religiosa, seguidamente era costumbre cuando ya caía la noche y a la luz de los carburos de los puestos de las caramelos, los padres compraban a los niños algunas almendras o avellanas y seguidamente empezaba el baile. Normalmente tocaban las canciones dos músicos con una dulzaina y un tamboril, que eran los que habían acompañado en la procesión tocando la jota, para que los mozos la bailaran delante del Cristo.
En aquellos años, cuarenta y cincuenta, había muchos jóvenes y se llenaba toda la explanada que hay delante de la ermita, de parejas bailando.
Que buenos recuerdos
En aquellos años, cuarenta y cincuenta, había muchos jóvenes y se llenaba toda la explanada que hay delante de la ermita, de parejas bailando.
Que buenos recuerdos