HONTALBILLA: TIBURCIO OVIEDO DE ANDRÉS...

TIBURCIO OVIEDO DE ANDRÉS
Cura de Hontalbilla

Tiburcio Oviedo de Andrés fue un sacerdote nacido en Santa María de Nieva en 1878.
Era hijo del industrial Canuto Oviedo de la misma villa.
Se caracterizó por su gran afán de saber, por lo que desde muy joven se interesó en graduarse en todos los aspectos de la teología, recibiendo todas las titulaciones a las que se presentó.
En 1899 es ordenado como subdiácono, siendo ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1899, en la capilla del Palacio Episcopal segoviano.
Canta misa por primera vez el día de reyes de 1900, en la iglesia del monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña de Santa María de Nieva, donde se queda como coadjutor durante dos años.
Pasa a continuación a hacerse cargo de la parroquia de Hontoria, desde donde sigue ampliando sus conocimientos en teología, a la vez que se hace famosos en la capital segoviana por sus sabios sermones y comentarios.
En 1904 pasa a hacerse cargo de la parroquia de Ochando, en la que permanecerá hasta 1918. A lo largo de su período dio grandes muestras de su elocuencia por toda la provincia, mediante conferencias, estudios y otros trabajos entre los que merece destacar el estudio y recogida de información para construir una historia sobre su ciudad natal, Santa María la Real de Nieva.
El 25 de julio de 1918 se hace cargo de la parroquia de Hontalbilla, en que ya permanecerá durante el resto de su vida. Así se recoge en “El Adelantado” su incorporación:
Posesión del nuevo párroco
Hoy 25 del actual, a les cinco de le Ur¬de, llegó a esta población el señor cura párroco nombrado para regir esta parro¬quia, don Tiburcio Oviedo de Andrés, al que estaban aguardando en las Inmedia¬ciones de la localidad, las dignas autori¬dades y todo el vecindario en general.
El nuevo párroco fue recibido con una salva de aplausos y vivas, siendo acogi¬do con unánime satisfacción. El pueblo en masa le acompañó hasta la iglesia, donde el señor cura del inmediato pueblo de Adrados le dio posesión de la parroquia leyendo la cédula real el virtuoso cura párroco de Lastras de Cuéllar, don Esteban Gordo.

Llegada la guerra se convierte también en maestro del pueblo llevando durante un tiempo esta parte de la formación de los hontalbillenses de la época. Para esta época ya se le había reconocido su capacidad de trabajo mediante la placa que se le dedica en el pueblo.
En Hontalbilla desarrollará ya el resto de su vida personal y eclesiástica, hasta du fallecimiento en 1955.
Varios han sido los homenajes que se han rendido en esta villa, siendo el más importante el que se le dio el día de Reyes de 1950, con motivo de sus cincuenta años como sacerdote.
Poco antes de su muerte, se hizo cargo de la parroquia, compartiendo con él su sacerdocio, el nuevo cura Amancio Gómez Sacristán.

A grandes rasgos, este es el resumen biográfico de una persona que hizo mucho por Hontalbilla y por Segovia. Por ello fue muy querido.

Jose Manuel Alonso Rodríguez
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Muy bonita e interesante la historia de Don Tiburcio.
Tengo que decir, que pocos son los recuerdos de él, sé que me bautizó el, y lo que todo el pueblo hablaba. muy bien y lo mucho que le querían, por eso mismo me ha hecho mucha ilusión que nos le hayan, recordado en este foro de nuestro pueblo.
Muchas gracias.