Todavía no entiendo como hay gente que se atreve a comulgar sin confesarse o sin arrepentirse sinceramente de sus pecados, que tenerlos los tienen y, sino, que tiren la primera piedra.
Podrás engañar a tus vecinos, pero al de arriba no se le engaña tan fácilmente.
Podrás engañar a tus vecinos, pero al de arriba no se le engaña tan fácilmente.