Hola Honrubianos:
Para todos aquellos que no pudieron ir a las fiestas decirles que las de Julio se recordaran durante bastante tiempo.
La tarde del sábado comenzó con un ir y venir en busca de las mesas y de los bancos para la cena de la caldereta. Está busqueda tuvo sus frutos, se consiguieron algunas en la Ermita, otras en la Iglesia, en la Asociación, en el Ayuntamiento, donde el Bar Pablo y algún que otro particular que también colaboró.(Para tal busqueda y traslado, participaron varios jóvenes de los que había por la plaza, muchas gracias).Una vez colocadas las mesas, bancos y sillas, podimos difrutar de un pasacalles por el pueblo a cargo de los Gaiteros del Casuar; mientras en la plaza del pueblo se había instalado unos castillos hinchables para que subieran los niños y los no tan niños. No había más que ver la caras de felicidad y de diversión de todos los que bajaban de los castillos.(Estos castillos fueron posible a Alejandro Rubio y AZCARAY S.A.); con un poco de retraso comenzó el baile, había que ponerse en la casa del médico, para poder ver bien al trailer que hacía de escenario. Nada más y nada menos que doce personas entre músicos y bailarinas, por cierto con cada canción las bailarinas nos sorprendían con un vestuario nuevo y cada vez más pequeño.
Llegada las once todos fuimos camino del comedor improvisado que se monto en la plaza, enfrente de Pablo y Araceli. Seríamos unas 150 personas cenando, entre todos acabamos con los 150 kilos de carne de Jabalí que cocinó Alejandro Casado, cocinero del Mesón Las Campanas, (Muchas gracias por prepararnos la cena, estaba muy buena); tampoco faltó la limonada que elaboraron la familia Fuentenebro y El grupo de Valdealvaro.
Terminada la cena aprarecieron por la plaza unos animales hinchables que hicieron a más de una correr y a otros ir en busca de sus mamas.
Con una puntualidad británica comenzó la velada y pudimos ver de nuevo a nuestras amigas las bailarinas y digo nuestras, porque ya eran como de la familia, (que vestidos y que coreografías tan bien aprendidas), por más que intentabamos seguir sus pasos, acababamos perdiéndonos con la movilidad del cuerpo, (desconocía que el cuerpo fuera capaz de hacer ese tipo de movimientos).
Así estuvimos hasta altas horas de la noche, la gente del pueblo se lo estaba pasando en grande; mientras que algunos bailaban, otros seguían hablado desde la cena, los hay que también se fueron adormir y los más trasnochadores se fueron a preparar un chocolate en el pilón.
Y como no podía ser de otra manera, al día siguiente todos estaban en la Ermita.
Gracias a todos por hacer posible estas fiestas, unhonrubianosmas que espera que la pasaseis bien, un saludo a todos.
Para todos aquellos que no pudieron ir a las fiestas decirles que las de Julio se recordaran durante bastante tiempo.
La tarde del sábado comenzó con un ir y venir en busca de las mesas y de los bancos para la cena de la caldereta. Está busqueda tuvo sus frutos, se consiguieron algunas en la Ermita, otras en la Iglesia, en la Asociación, en el Ayuntamiento, donde el Bar Pablo y algún que otro particular que también colaboró.(Para tal busqueda y traslado, participaron varios jóvenes de los que había por la plaza, muchas gracias).Una vez colocadas las mesas, bancos y sillas, podimos difrutar de un pasacalles por el pueblo a cargo de los Gaiteros del Casuar; mientras en la plaza del pueblo se había instalado unos castillos hinchables para que subieran los niños y los no tan niños. No había más que ver la caras de felicidad y de diversión de todos los que bajaban de los castillos.(Estos castillos fueron posible a Alejandro Rubio y AZCARAY S.A.); con un poco de retraso comenzó el baile, había que ponerse en la casa del médico, para poder ver bien al trailer que hacía de escenario. Nada más y nada menos que doce personas entre músicos y bailarinas, por cierto con cada canción las bailarinas nos sorprendían con un vestuario nuevo y cada vez más pequeño.
Llegada las once todos fuimos camino del comedor improvisado que se monto en la plaza, enfrente de Pablo y Araceli. Seríamos unas 150 personas cenando, entre todos acabamos con los 150 kilos de carne de Jabalí que cocinó Alejandro Casado, cocinero del Mesón Las Campanas, (Muchas gracias por prepararnos la cena, estaba muy buena); tampoco faltó la limonada que elaboraron la familia Fuentenebro y El grupo de Valdealvaro.
Terminada la cena aprarecieron por la plaza unos animales hinchables que hicieron a más de una correr y a otros ir en busca de sus mamas.
Con una puntualidad británica comenzó la velada y pudimos ver de nuevo a nuestras amigas las bailarinas y digo nuestras, porque ya eran como de la familia, (que vestidos y que coreografías tan bien aprendidas), por más que intentabamos seguir sus pasos, acababamos perdiéndonos con la movilidad del cuerpo, (desconocía que el cuerpo fuera capaz de hacer ese tipo de movimientos).
Así estuvimos hasta altas horas de la noche, la gente del pueblo se lo estaba pasando en grande; mientras que algunos bailaban, otros seguían hablado desde la cena, los hay que también se fueron adormir y los más trasnochadores se fueron a preparar un chocolate en el pilón.
Y como no podía ser de otra manera, al día siguiente todos estaban en la Ermita.
Gracias a todos por hacer posible estas fiestas, unhonrubianosmas que espera que la pasaseis bien, un saludo a todos.