El otro día se me olvido:
Estela, un beso muy fuerte y mucho animo para tu madre y para vosotros.
Para mi cuñao Miguel, para que no tenga pelusilla, no eres tan guapo como tu hija y tu mujer, pero un padrazo y un gran maridito. Como cuñado no eres tan bueno, ya no nos haces esas empanadas tan buenas y esas
tartas de hojaldre, crema y nata, pero bueno. Es broma. Besiños cuñao, que sabes que te quiero mucho.