LOS MISTERIOS DE LOS ALTOS DE AYLLÓN
Sobre sus grandes llanuras sientes silencios grabados, que pudieran dar diabluras en momentos complicados. Pasar los Altos de Ayllón sin comprender sus bandazos, y llenarte de razón si comentar los trompazos. La noche tiene misterios incluso por el verano, existen asuntos serios en aquel lugar profano. Miras sus grandes pendientes que parecen dislocados, mientras que piensan las mentes en lugares marginados. Misterios de grandes fríos, en sus raseros helados, vientos con escalofríos de los inviernos marcados. Hay misterios en la noche que parecen complicados, mañanas de hacer reproche a sus campos congelados. Pasar de noche Los Altos, con Ayllón al otro lado, es conocer sobresaltos y sentirte encadenado. No puedes romper las normas, ni debes pasar volando, en sus más preciadas lomas el miedo vendrá llegando. Los misterios dejan huellas sobre sus campos sembrados, dicen que ves las estrellas con sonidos alterados. Si piensas en raras luces en sus terrenos soñando, veras caminos con cruces que te dejaran temblando. La noche parece negra, el sol se sigue esperando, de vez en cuando una fiera podrá dejarte temblando. Estos lugares tan raros, te marcaran para rato, no veras tus sueños claros ni buscaras un retrato. Sonidos que suenan lejos, no son ruidos de caballos, algunos tienen complejos de no ver nunca los gallos. Si sientes mucho ese frío, no quieras buscar amparo, quizá cruzaste algún río con agua que marcha claro. Desde Peñalba sintiendo, desde Ayllón lo voy pensando, aquel terreno corriendo puede dejarte llorando. Son misterios de sus noches, con caminos delicados, nadie quiere poner broches a lugares desolados. G X Cantalapiedra.
Sobre sus grandes llanuras sientes silencios grabados, que pudieran dar diabluras en momentos complicados. Pasar los Altos de Ayllón sin comprender sus bandazos, y llenarte de razón si comentar los trompazos. La noche tiene misterios incluso por el verano, existen asuntos serios en aquel lugar profano. Miras sus grandes pendientes que parecen dislocados, mientras que piensan las mentes en lugares marginados. Misterios de grandes fríos, en sus raseros helados, vientos con escalofríos de los inviernos marcados. Hay misterios en la noche que parecen complicados, mañanas de hacer reproche a sus campos congelados. Pasar de noche Los Altos, con Ayllón al otro lado, es conocer sobresaltos y sentirte encadenado. No puedes romper las normas, ni debes pasar volando, en sus más preciadas lomas el miedo vendrá llegando. Los misterios dejan huellas sobre sus campos sembrados, dicen que ves las estrellas con sonidos alterados. Si piensas en raras luces en sus terrenos soñando, veras caminos con cruces que te dejaran temblando. La noche parece negra, el sol se sigue esperando, de vez en cuando una fiera podrá dejarte temblando. Estos lugares tan raros, te marcaran para rato, no veras tus sueños claros ni buscaras un retrato. Sonidos que suenan lejos, no son ruidos de caballos, algunos tienen complejos de no ver nunca los gallos. Si sientes mucho ese frío, no quieras buscar amparo, quizá cruzaste algún río con agua que marcha claro. Desde Peñalba sintiendo, desde Ayllón lo voy pensando, aquel terreno corriendo puede dejarte llorando. Son misterios de sus noches, con caminos delicados, nadie quiere poner broches a lugares desolados. G X Cantalapiedra.