Esta muy bien seguir adelante, siempre y cuando puedas regresar. Para que sufrir pensando en algo que jamás pasara, es mejor seguir adelante porque algun día la vida te lo recompensara.
Lo más importante es la voluntad de dejar fluir los sentimientos, que fueron el motivo por el cual nos pusimos la armadura.
Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.
La experiencia demuestra que un mismo motivo, al margen de las diferencias accidentales de disposición, actúa de manera diferente en diferentes personas.