después de la lluvia, VILLALBA DE LOS LLANOS
LA CENA DE LA CALLE DE LA CALZADA
Todos los años es habitual celebrar la cena de la calle la Calzada de Villalba de los Llanos. Fue el 8 de Agosto. Al caer la tarde el cielo se cubrió de cirros y cúmulos. Se temió que no se pudieran hacer las parrilladas. En Salamanca capital y Ciudad Rodrigo habían caído michos litros de agua en poco tiempo. De hecho, por un instante, salvamos la carne asada y el agua se llevó la lumbre. Fue poco tiempo y dio lugar a terminar el último asado.
Pero pronto, Yolanda Sendes y Luisa García Pisonero comenzaron a poner la parrilla mientras Lucia Martín Benito se apresuraba a preparar el resto.
Luisa, nos decía: “En lo que yo pueda esta cena se hará todos los años, asintiendo a tal afirmación Yolanda y Lucía, almas “mater” de esta cena de buena vecindad.
Compartimos mesa y mantel 21 comensales: A las tres citadas se unieron los veteranos, compuesto por Fabián, Carmen, Pilar y Emilio.
Los de la zona intermedia formados por Satur, Álvaro, José, Carlos “Petra” y Manoli.
El relevo generacional lo conformaban: Sergio, Mary Sol, Alvarito, Paula, Alberto, Carlos y Javi. Ellos fueron los encargados del montaje musical. Tanto mi esposa Rosa como un servidor, agradecemos la deferencia que tuvieron al invitarnos a la cena.
Después, viajamos a la Fiesta de Robliza y el agua había interrumpido la fiesta pese a estar bajo un entoldado. ¿Motivos? Puede haber explicaciones para todos los gustos.
RODRÍGUEZ PEÑA
Todos los años es habitual celebrar la cena de la calle la Calzada de Villalba de los Llanos. Fue el 8 de Agosto. Al caer la tarde el cielo se cubrió de cirros y cúmulos. Se temió que no se pudieran hacer las parrilladas. En Salamanca capital y Ciudad Rodrigo habían caído michos litros de agua en poco tiempo. De hecho, por un instante, salvamos la carne asada y el agua se llevó la lumbre. Fue poco tiempo y dio lugar a terminar el último asado.
Pero pronto, Yolanda Sendes y Luisa García Pisonero comenzaron a poner la parrilla mientras Lucia Martín Benito se apresuraba a preparar el resto.
Luisa, nos decía: “En lo que yo pueda esta cena se hará todos los años, asintiendo a tal afirmación Yolanda y Lucía, almas “mater” de esta cena de buena vecindad.
Compartimos mesa y mantel 21 comensales: A las tres citadas se unieron los veteranos, compuesto por Fabián, Carmen, Pilar y Emilio.
Los de la zona intermedia formados por Satur, Álvaro, José, Carlos “Petra” y Manoli.
El relevo generacional lo conformaban: Sergio, Mary Sol, Alvarito, Paula, Alberto, Carlos y Javi. Ellos fueron los encargados del montaje musical. Tanto mi esposa Rosa como un servidor, agradecemos la deferencia que tuvieron al invitarnos a la cena.
Después, viajamos a la Fiesta de Robliza y el agua había interrumpido la fiesta pese a estar bajo un entoldado. ¿Motivos? Puede haber explicaciones para todos los gustos.
RODRÍGUEZ PEÑA
(8 de Agosto de 2009)
