Entrada, ROBLIZA DE COJOS
Es que el baile en la panera era un baile muy familiar muy bonito, por lo menos para mi que en esa época era pequeña y con mi inocencia todo lo veia bonito y fantástico-.
Por lo menos llegaste a disfrutar de las dos sesiones, yo nunca pasé de la primera... Yo era muy pequeña y la verdad es que tengo un recuerdo un tanto borroso del baile de la panera, recuerdo más las sensaciones, música, bullicio de gente, la luz de las bombillas...
Yo recuerdo el baile de la panera, que divertido, cuando era pequeña solo me dejaban estar hasta la primera sesión, porque había dos, la primera hasta las 11 y todos ibamos a cenar, luego solo iban los mayores, que rabia me daba.Pero luego fui mayor y ya iba a las dos, que divertido como baila hasta que ya no podia mas, que recuerdos.
Me alegra ver que hemos hecho un hueco para recordar a estas bellas personas... Es inevitable sentir nostalgia, por ellos y por todo lo que vivimos en aquellos tiempos... Todo pasa y lo único que queda es nuestro recuerdo.
Tampoco podemos olvidar a Isaias, marido de Teresita. Una bella persona que siempre estuvo al lado de su mujer apoyándola, en aquellos tiempos, en los que Teresita cobijaba en su casa a todas aquellas personas que por Robliza pasaban y no tenían donde pasar la noche, ella siempre tenía algo de comer y un sitio para dormir.Ya no quedan personas como ellos.
Por lo menos llegaste a disfrutar de las dos sesiones, yo nunca pasé de la primera... Yo era muy pequeña y la verdad es que tengo un recuerdo un tanto borroso del baile de la panera, recuerdo más las sensaciones, música, bullicio de gente, la luz de las bombillas...
Yo recuerdo el baile de la panera, que divertido, cuando era pequeña solo me dejaban estar hasta la primera sesión, porque había dos, la primera hasta las 11 y todos ibamos a cenar, luego solo iban los mayores, que rabia me daba.Pero luego fui mayor y ya iba a las dos, que divertido como baila hasta que ya no podia mas, que recuerdos.
Me alegra ver que hemos hecho un hueco para recordar a estas bellas personas... Es inevitable sentir nostalgia, por ellos y por todo lo que vivimos en aquellos tiempos... Todo pasa y lo único que queda es nuestro recuerdo.
Tampoco podemos olvidar a Isaias, marido de Teresita. Una bella persona que siempre estuvo al lado de su mujer apoyándola, en aquellos tiempos, en los que Teresita cobijaba en su casa a todas aquellas personas que por Robliza pasaban y no tenían donde pasar la noche, ella siempre tenía algo de comer y un sitio para dormir.Ya no quedan personas como ellos.