No se con certeza la fecha y los detalles de lo que ocurrió un día en el casino del Gallo de Aldearrubia. Pero si se ciertamente lo más importante de esta historia. Antiguamente en nuestro pueblo, se celebraba todos los domingos el baile de orquesta. Pudo ser como en 1945 que local tenía dos pisos. En la parte de arriba el salón del baile y en la parte de abajo el casino que así se le llamaba entonces al bar. Pues un domingo un poco después de empezar dicha función unos de los puntales que sujetaba el techo del casino (bar) cedió viniendose abajo junto con la gente que estaba bailando arriba. Se oía llorar a las mujeres que estaban afuera en la calle desesperadas debido a que tenían dentro del local algún familiar. Todo lo que en el casino se veía era un gran polvo que parecía humo como si huebiese un incendio. Afortunadamente, todas las personas que allí se encontraban pudieron salir sin sufrir daños graves. No hubo ni un sólo muerto. Lo más que pasó fue que al día siguiente medio pueblo estaba escayolado. Perece mentira, pero fue cierto. Podía haber acabado en tragedia, pero fue como en la películas con un final feliz. La de veces que me lo contó mi padre.