La felicidad siempre viaja de incógnito. Sólo después que ha pasado, sabemos de ella.
Ayer te busqué en ese asiento vacío de la
estacion en ese asiento vacío del
parque en ese asiento vacío del vestíbulo en ese asiento vacío del taxi en ese asiento vacío del
comedor en ese asiento vacío de mi cuarto. Hoy te seguiré buscando en este asiento de vez en cuando.