Parece ser que nuestro
Cristo es originario de un
pueblo llamado Villanueva, enclavado en plena
sierra de
Avila, donde tiene su cabecera el
rio Gamo.
Al parecer, en dicho pueblo existían dos
Cristos que pugnaban por ser el patrón de la localidad. Un dia llegaron a las manos y en la pelea uno de ellos venció al otro arrojandole al rio. Varios kilómetros más abajo, unos lugareños le recogieron, le dieron cobijo y le hicieron su patrón, para lo cual le construyeron una preciosa
ermita en pleno
monte.