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VILLAVERDE DE LA PEÑA: Me es grato colocar aquí este elocuente mensaje sobre...

Me es grato colocar aquí este elocuente mensaje sobre las campanas de Villaverde que tan bellamente ha descrito Tinin
M.M.

¡ES COSA DE HOMBRES!o de los mozos y no de todos porque es un arte saber tocar las campanas, que a decir verdad tenían un buen tañir: toques para la misa, para el rosario del domingo de tarde, rogativas o anuncios de alguna güebra.Saber voltearlas, era cosa de expertos y nos recordaban que ese día era fiesta importante.Y qué escalofríos surcaban nuestro ser cuando las campanas "tocaban a muerto".

Con qué seguridad algunos de nuestros mayores nos decían quién era el que tocaba las campanas.( uy, quien dirá hoy la misa, ese no es el toque de don Gaudo o de don Constan!!!).Y la feligresía entraba a ponerse un poco nerviosa si ya era la hora y todavía no habían tocado la primera. Como que cada uno tenía un toque especial... Más pausado o más precipitado, más fuerte o algo entrecortado.Y es que a veces no era suficiente el tirón de la alambre que asomaba en el corillo, para que llegara a golpear el badajo sobre la campana.
Este no tendrá el arte de otros campanarios de la comarca, pero ¡cuántas historias de infancia guarda en su interior, mágico escondite, lugar cargado de misterio, sobre todo cuando éramos pequeños y el cura nos tenía prohibido subir...( siempre lo prohibido atrae) porque ese lugar, es cosa de los grandes, digamos que de los mozos que subidos en lo más alto, zapateaban el madero de las campanas en el lugar justo, y con el ritmo uniforme. Había que turnarse sin perder el ritmo.Con la boca abierta y los oídos tapados, allá arriba los mirábamos largo tiempo. Y los vieras bajar por las escaleras pétreas, más anchos que largos, porque eran los expertos y que al fin y al cabo después de las gramolas de Emilio M, no había una música más familiar que ésta-

Tinin.