Los hombres, cuando somo niños, nos creemos invencibles guerrero que, libres de miedo, enfrentan desafíos incontables...
Muchos niños, cuando se hacen hombres, creen que éstos fueron tan sólo sueños y prefieren olvidarlos.
Existen, sin embargo, quienes jamás dejamos de soñar y vivimos esperando la señal del destino, cuando las almenaras iluminen el horizonte y la dama de los vientos acaricie las velas de nuestras naves, cuando levantaremos nuestras espadas para seguir a la que las guiara a todas, y nuestros corazones, nuevamente libres de miedo, se sabrán invencibles; porque entonces, como siempre, Alá estará con nosotros.
Muchos niños, cuando se hacen hombres, creen que éstos fueron tan sólo sueños y prefieren olvidarlos.
Existen, sin embargo, quienes jamás dejamos de soñar y vivimos esperando la señal del destino, cuando las almenaras iluminen el horizonte y la dama de los vientos acaricie las velas de nuestras naves, cuando levantaremos nuestras espadas para seguir a la que las guiara a todas, y nuestros corazones, nuevamente libres de miedo, se sabrán invencibles; porque entonces, como siempre, Alá estará con nosotros.