La función consistía en incitar a las almas a elevarse, a liberarse de las coacciones del mundo, por eso debían conservar cierta altura.
Los muros son de piedra de sillería, muy gruesos y se estabilizan con la ayuda de contrafuertes y arbotantes. Entre los contrafuertes del ábside se abren esbeltas ventanas góticas que proporcionaron al templo mucha luminosidad y que están cegadas porque en el interior se instalaron diversos retablos barrocos que taparon el vano.
(2 de Agosto de 2018)