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PORQUERA DE LOS INFANTES: Hola Chic@s: Ahí os va la anécdota de Felix. Espero...

Hola Chic@s: Ahí os va la anécdota de Felix. Espero que os guste.

18.- “Sin Cédula de identificación”…

Eran tiempos de guerra. Dolorosos y tristes para todo el mundo; Cuando el ingenio sustituía a la estrechez en el mejor de los casos, y, en todos necesario hacer de la necesidad virtud.

Todos quienes conocimos a nuestros tres protagonistas de esta historia: El Sr. Sixto, el Sr. Damián y el Sr. Félix, no ignoramos que eran dueños, sobre todo, de un fino sentido del humor y no exento de la socarronería que acompañaba frecuentemente a nuestros “castellanos viejos”.

Es el caso, que yendo por aquéllos días a Camesa con el fin de pasar la tarde y a la vez conocer noticias, fueron sorprendidos por la autoridad militar competente el cual les requirió su cédula de identificación. Ninguno de los tres la llevaba encima, por lo cual al susodicho, en su estricto cumplimiento del deber, no le quedó otro remedio que llevarlos al cuartelillo que estaba situado en un antiguo convento, para su identificación.

Y allá que le siguieron, nuestros tres hombres.
Comienza el interrogatorio por la constatación del nombre de cada uno:

- ¡Felix Gallo: Para servirle.
- Damián Bravo: Para servirle.
Ya en estas, el militar comienza a fruncir el ceño, a lo que el tercero levantando un poco mas la voz y con mas firmeza dijo:
- Sixto Amo: Igualmente para servirle a Vd.

El militar, indignado por tanta desfachatez y falta de respeto a la autoridad, tiró la pluma sobre el papel y con un puñetazo sobre la mesa pronunció estas tan célebres palabras que quedaran gravadas en nuestra memoria coletiva:

- “ ¡Aquí, no hay ni más Gallos, ni mas Bravos ni mas Amos que yo!”

- ¡Van a quedar detenidos!

Un buen rato permanecieron los tres en el cuartelillo, sino fuera que el Sr. Cura hubo de llegar hasta allí, para rescatarlos y de paso hacerle notar al militar que la casualidad, en ningún caso es motivo de detención.

Saluditos
Mª José