PORQUERA DE LOS INFANTES: Hola muchachos: Como decís parece que esto marcha,...

Chicos ¡esto marcha! ya tenemos en el anecdotario cuatro puntos con varias anédotas a la vez; y las titulo: 1.- "las brujas y las ovejas" 2.- El tío del saco y el gato de Rosarito 3.- La Corva, el río y la pesca... 4.- La leche de Mister Marshal. ¿Qué os parece?. Con respecto a las cuatro lo que he hecho ha sido copiar y pegar de los textos tal y como aparecen en el foro.
Un abrazo
Mª José

Mª José: Bien, me parece bien ¡adelante! Hablando con mi madre, me ha contado una historia que le sucedió al Sr. Sebastián, que yo también oí contar a él y a Pepi. Resulta que un día, cuando se levantaron, al ir a la cuadra, se llevaron la sorpresa que encontraron todas las vacas sueltas por la cuadra y las cadenas no estaban rotas. El Sr. Sebastián siempre pensó, que lo que le sucedió era cosa de brujas o de brujos.
No sé si las habrá, pero como suelen decir "haberlas haylas".
Un saludo. Pablo.

Hola muchachos: Como decís parece que esto marcha, creo que vosotros tendreis más anécdotas que yó, ya que solo iba los veranos, os cuento ésta que nos ocurrió a los que entonces teniamos unos 13 o 14 años, hacíamos en aquellos años excursiones una de esta era subir al bernorio y cuando llegabamos arriba por el lado contrario nos bajabamos a cojer manzanas o peras porque por allí había árboles frutales, la fruta la íbamos guardando bien el los bolsos de los pantalones o bien doblábamos la camiseta o camisa para poderlas llevar bien, pero claro hay estaba el problema que había que sujetarlas con las manos para que nos se nos calleran o las perdiésemos por el camino de regreso, pues según estábamos en plena faena alguien grito que viene el dueño estonces empezamos a correr hacia arriba al bernorio que cuando llegamos arriba de todas las manzana que habíamos cogido solo nos quedaba las del bolsillo ya que las que teniamos entre las camisetas y las camisas las habíamos perdido según subiamos debido a que teníamos que soltar las manos para poder correr bien, total que solo podimos saborear las de los bolsillos y alguno perdió hasta las de los bolsos,
la verdad que nos lo pasábamos muy bien ya os seguiré contando, MªJosé te acuerdas tú de una vaca y un buey que tenía tu padre y que se perdieron en la llana y aparecieron al día siguiente creo que cuando se perdieron cayó una buena tormenta. Saludos a tod@s Javier


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