PORQUERA DE LOS INFANTES: Pablo: Ignoraba que te dieran miedo las brujas de pequeño....

Las Brujas y las ovejas
María la de la esquila llevaba consigo una candileja formada por un bote con un asa de almbre casi lleno de agua con una capita de aceite sobre la que hacía flotar un disco de aluminio atravesado por una mecha; Por aquello de protegerse contra las brujas
En cierta ocasión vino a pedir posada a nuestra casa; Entre otras dependencias había un cuarto en el que además de algunos trastos, estaba un camastro dotado de un jergón con unas sábanas de tela morena y un tapabocas. Era el aposento de peregrinos que venían a pasar la noche. De modo que María dijo que en ese cuarto no quería pasar la noche y que, muy gustosa la pasaría en la cuadra, pero mi padre le puso la condición de que apagara la candileja, por temer a un incendio, por lo que ella accedió siempre y cuando se le dejara la luz de la cuadra encendida. Y así fue. No obstante a eso de las dos de la mañana unos gritos desde la cuadra hicieron poner en pie a toda la familia: “ ¡Sr. Quirino las brujas!.... Con que llegamos a la cuadra todos desde el primero hasta el último y el cuadro era digno de la mejor aventura del Quijote: María puesta de pie sobre la pajera y con los ojos en blanco dando gritos y haciendo aspavientos contra las brujas y una docena de ovejas rodeándola cual divina pastora. Entre nuestras risas, el desconcierto de mi padre y las apelaciones de mi madre, (a que debiéramos tener más respeto y compasión por la gente... etc.,) aquello hacía estremecer hasta las propias vacas que enseguida se pusieron de pie y miraban el cuadro de reojo entre desconfiadas y asustadas.
No hubo manera humana de hacerle entender a María que las brujas no eran tal, sino, ovejas que se habían salido de la corte y habían llegado a la pajera a golosear un poco. Decía de abandonar inmediatamente aquella casa, hasta que mi madre la persuadiera de ir a la cocina a tomar la consabida tila. Se aposentó por fín en el banco de la cocina y con la candileja que ya había encendido sobre la mesa. El caso que cuando mi madre ya le dio las buenas noches le vuelve a entrar el miedo y vuelve a decir que quiere marcharse. Con lo cual mi madre se quedó con María y la candileja el resto de velada, rezando rosario tras rosario. No bien había amanecido no esperó la mujer que se ordeñaran las vacas para siquiera tomarse un poco de leche caliente; Con un trozo de pan y otro de queso se marchó por el portón adelante como alma que lleva el demonio.
Cuando volvía por casa, y si estaba mi padre, le decía: ¡Qué María!. ¿hoy tampoco vas a pedirnos posada? A lo que María respondía con unas cuantas santigüaciones y diciendo: Le juro Sr. Quirino: Que nunca viera tantas brujas juntas, como aquella noche!....

Mª José: He estado, yo sólo, tres días en Aguilar-Porquera y acabo de llegar. He leído la historia que has contado, me parece fantástica, fabulosa digna de estar en el diccionario. Intento ponerme en vuestro lugar y lo único que se me ocurre ¡Qué miedo!. Yo, cuando era pequeño, tenía pánico a las brujas, tanto que para quitarlo, con 14 años, escribí un cuento de brujas y el cuento terminaba bien, es decir, la bruja mala se volvía bruja buena. También fui escribiendo alguna historia que me iban contando de cosas "raras" que sucedían en el pueblo, pero esos apuntes no les he encontrado y ahora soy incapaz de recordar nada. Lo que sí recuerdo que había una casa que llamaban "La casa de las brujas" que estaba frente a la escuela.
Bueno que acabo de llegar y me están llamando a cenar.
Saludos. Pablo.

Pablo: Ignoraba que te dieran miedo las brujas de pequeño. Si que, si este foro se hubiera abierto hace 50 años seguro que salían numerosas anépdotas de brujas. alguna vez en la escalerilla oía comentar a cerca del tema sobre todo a la Sra. Petra (la que vivía entre la ren y la casa de Toñín) y a la Sra Baldomera. Y si, efectivamente la casa que fuera de mi tía Facia (una hermana de mi madre que falleció mucho antes que naciéramos nosotros) tenía ese nombre.
En mi caso las brujas no las hacía mucho caso que con el hombre del saco tenía bastante. Por estos lares y sobre todo entre el norte de Navarra y Guipuzcoa si ha sido tema que aún da que hablar; y por ende fomenta el turismo mucho.
Goya tiene unos gravados de akelarres extremecedores, que te recomiendo que ni los mires.... Son impresionantes.
Un abrazo
Mª José
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pues sí Mª José, entre "el hombre del saco" el "camuñas" y las brujas, además el vivir, cuando era pequeño cerca del cementerio, pues, fui muy miedica. Lo del hombre del saco y el tío camuñas se me paso pronto, pero lo de las brujas no y más cuando oía a mi madre cosas que pasaban en la citada casa, que según me contó alguna vez, de las que ella fue a la casa, sintió que la tiraban del pelo, se daba la vuelta y no había nadie. También Emilio, entre otros, me contó alguna historia que otra que según ... (ver texto completo)


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