No se obliga a nadie a venir a
San Miguel. Por que es verdad, que solemos estar los de siempre, suele hacer el mismo frio de siempre, y bailamos los mismos
bailes de siempre. Pero nadie es igual que en el San Miguel anterior. Por lo menos somos un años más viejos, y siempre es un buen momento para reencontrarte con gente que no ves normalmente, para hablar con personas con las que a diario solo cruzas cuatro palabras. Además por unos dias dejamos aparcada "la cruda realidad" que cada un tenemos y
... (ver texto completo)