Era una tarde de
lluvia que por fin traía ese
agua tan esperado para el
campo. No era el momento para dar un paeo por el
pueblo. Pero el Sr. Alcalde dejó la comodidad de la
casa para enseñar su pueblo, aunque fuera debajo del paraguas. Aquí está junto a ese cuérnago que están arreglando para que recordemos el pasado cuando los
molinos convertían el trigo en rica harina. Dentro de poco tiempo podremos disfrutar también de un bello
paseo a la vera del cuérnago, entre los
huertos del pueblo. Gracias.