Desde el puente, antes el soto, LIGUERZANA

Donde se ve ahora tanta agua, hace unos años había una especie de isla "el soto". Allí los chavales "del pueblo" (de Madrid, Bilbao, Burgos, Cantabria, Barcelona, Vitoria, franceses, americanos, incluso de Palencia) pasábamos a la luz de la hoguera alguna que otra noche veraniega a finales de los 80 y principios de los 90. El paisaje ha cambiado considerablemente desde que se inundó. Hace unos años desde las casas se oía por las noches el ruido del agua corriendo río abajo, en ocasiones, en julio y agosto se podían ver a los piragüistas hacer descenso por el Pisuerga. Con las aguas tan mansas lo que aparecen ahora son tortugas, patos y algún bichejo más pero a mi parecer, se ha perdido el encanto de entonces, cuando el río con su vida y sus sonidos parecía saludarnos en cuanto asomábamos al puente con la bici porque por fin ya habíamos llegado a pasar las ansiadas vacaciones de verano.
Aun así, la verdad que la vista es preciosa!