Vista de Oteralbo- Santa Ana- AV, LA VID DE OJEDA

Hace años, para sembrar se ponía las semillas en un saco atado por dos de sus puntas y se colgaba al hombro; la "simiente" se recogía con el puño bien lleno y luego se esparcía haciendo una semicircunferencia con el brazo del sembrador. De esta manera quedaba muy bien esparcida. Todo esto se iba haciendo a la vez que se iba caminando paso a paso.
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