Durante las obras, al excavar el entorno para alisarlo y uniformarlo, han aparecido unos grandes bloques pétreos colocados en línea recta, sin duda parte de la cimentación que necesitaba la
iglesia al soportar en esta parte los grandes contrafuertes del
pórtico. Una muestra más de que nuestros antepasados no dejaban nada al azar y planificaban al milímetro las obras que realizaban. Gracias a eso, a pesar de los siglos pasados, podemos ver obras de
arte como la iglesia de
san Frcutuoso en excelentes condiciones.