Si hay una fecha que marcaba el calendario de
Boedo de Castrejón, esa era el 7 de julio, día en que se celebraba la
Fiesta de
San Cristóbal, patrón del
pueblo. Aunque Boedo fue perdiendo habitantes con el tiempo, esta festividad permaneció como un símbolo de
reunión,
tradición y alegría para quienes, año tras año, volvían al pueblo a celebrarla.
Recuerdos de una Fiesta con Sabor a Tradición
Desde primera hora de la mañana, el pueblo se llenaba de vida. Niños, jóvenes y mayores participaban en las actividades que daban comienzo a un día especial. Uno de los momentos más esperados por los más pequeños era el tradicional
juego de los cacharros de porcelana: se les daba la oportunidad de lanzar y romper pequeños objetos de loza, una tradición sencilla pero llena de emoción y risas.
Otro de los
juegos populares era "ponerle el rabo al burro", un clásico en muchas
fiestas rurales que no podía faltar en Boedo. Vendados y guiados por los ánimos (o las bromas) de los presentes, los participantes intentaban colocar la cola en el lugar correcto, con resultados que siempre arrancaban carcajadas.
Misa Bajo el
Árbol y
Comida como Antaño
La celebración tenía también su parte solemne, con una misa al aire libre, debajo del árbol, tal como se hacía antiguamente. Allí, vecinos y visitantes rendían
homenaje a San Cristóbal, en un entorno que recordaba los tiempos en los que la fe y la comunidad iban de la mano en la vida cotidiana del pueblo.
Después de la misa, llegaba el momento más esperado: la comida popular, un auténtico banquete al aire libre, con la esencia de las celebraciones de antaño. Se compartía
pan, embutido, vino y todo lo que cada
familia traía, en un ambiente de hermandad donde no faltaban anécdotas y recuerdos de otras fiestas.
El Juego de Bolos: Un Clásico Imprescindible
Como no podía ser de otra manera, la jornada festiva terminaba con una partida de bolos, una tradición muy arraigada en la zona. Los jugadores, con destreza y paciencia, intentaban derribar los bolos con la mayor precisión posible, mientras el resto de asistentes animaban y comentaban cada lanzamiento con entusiasmo.
Una Tradición que se Recuperará: La Bendición de los Vehículos
Este año, con el deseo de recuperar parte de la esencia de la fiesta, se volverá a celebrar la bendición de los vehículos, una
costumbre muy ligada a San Cristóbal, patrón de los viajeros.
Coches,
motos y
bicicletas serán bendecidos en una ceremonia sencilla pero simbólica, recordando así una de las
tradiciones más queridas del pasado.
Un Recuerdo Que No Se Olvida
La Fiesta de San Cristóbal en Boedo de Castrejón fue más que un simple evento: era un momento de reencuentro, de celebrar la identidad del pueblo y de mantener viva su
historia. Aunque hoy en día ya no se celebre como antes, el espíritu de esta fiesta sigue presente en la memoria de quienes tuvieron la suerte de vivirla.
Con la recuperación de la bendición de los vehículos, se da el primer paso para que la festividad vuelva a ser lo que un día fue. Quizás, en un futuro, volvamos a escuchar las risas de los niños rompiendo cacharros, la emoción de la partida de bolos y el bullicio de una comida bajo el árbol. Porque las tradiciones no mueren si las seguimos recordando.