Llega un cura nuevo a un
pueblo de
Andalucía, y se queda muy sorprendido con la cantidad de relaciones sexuales que se mantenian en el pueblo, entre solteros casados etc, daba igual, y pensando como atajar aquellas conductas tan licenciosas le dice al sacristán. El domingo cuando diga el sermón en la
iglesia, tu te subes a la claraboya, y cuando diga ahora os va a hablar el espiritú
santo, sueltas una paloma y la alumbras con el haz de una linterna.
El domingo el cura les hecha el sermón y les dice,
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