Cuando bebemos alcohol en exceso, terminamos borrachos.
Cuando estamos borrachos, dormimos.
Cuando dormimos no cometemos pecados.
Cuando no cometemos pecados, vamos al Cielo.
Conclusión: para ir al Cielo hay que ser Borracho!
Cuando estamos borrachos, dormimos.
Cuando dormimos no cometemos pecados.
Cuando no cometemos pecados, vamos al Cielo.
Conclusión: para ir al Cielo hay que ser Borracho!