Supongo yo, que Apolo, harto de los despechos de Dafne, cuando la vio convertida en laurel, haría un buen guiso de lo que tuviese a mano, cogería unas hojitas y ¡zas! a la cazuela. (Es que hay amores que matan). A ver si va a resultar que Apolo fue el primer "Arguiñano" de la historia. ¿Quién sabe?
Un saludo.
Un saludo.