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VILLAMARTIN DEL SIL: Está bien, Fidel; está bien. Estoy de acuerdo en que...

Hola.
Acabo de hablar con Angelito y, aunque él lo aclarará inmediatamente, este último correo es obra de los trasgos. Esa convocatoria se refiere a la que hicimos en Febrero y, como os digo, no es real, aunque creo que a todos nos gustaría repetir.
Rubén. Compruebo que tus ánimos siguen por las nubes a pesar de la lejanía. Nada hace mella en tu carácter, ni siquiera esa melancolía que nos invade cuando miles de kilómetros nos separan de nuestro cachín añorado. Espero que te vayas aprendiendo algún tango -los uruguayos dicen que Gardel era uruguayo-, para que nos deleites al regreso -no lo tendremos en cuenta si desafinas-.
Pues eso, ánimo, aunque parece que te sobra, y ya nos queda menos para vernos.

Hola Pepe mis animos siempre bien aunque la procesion va por dentro en lo concerniente al tango hubiese sido para mi un honor bailarlo la mitad de como lo hacia chivani que era un campeon asique no podre deleitarte con dicho baile na mas espero que estes por Semana Santa en el pueblo para vernos y si va Fidel pues aun mejor cantaremos unas canciones de esas que solo los de Villamartin tenemos fuerza para cantarlas y digo lo de Fidel porque no veas que chorro de voz tiene el placido domingo saludos a todos madrileños castellonenses catalanes etc etc nos vemos pa hacer las trastadas agu SALUDOS VILLAMARTIN

Cierto, cierto Rubén. Tu padre era todo un artista en lo del baile. Sobre todo la estética -la postura que diríamos en Villamartín- que adoptaba, como si de un genuino balarín se tratase, llegando al trance con la realización de sus pases, la forma del abrazo y la delicadeza con que su mano izquierda sujetaba la contraria femenina. En cuanto a Fidel, recuerdo a la perfección aquella voz de tenor, casi barítono, con la que lanzaba al viento sus cantaridas, que como si de una fina lluvia se tratase, empapaban la noche hechicera de nuestro pueblo. Claro que, pensando sobre la marcha, creo que nunca más volvió a prodigarse. O quizás sea que el tiempo que nos va cayendo encima nos va convirtiendo en ciudadanos ciertamente domados... No sé. Tú, Fidel, ¿qué dices de esto? De repente me acuerdo, Fidel, cuando íbamos al río. Vamos, ahí al lado de Peñadrada. ¿Qué tendría ese pueblo, mejor dicho, ese barrio nuestro?
En realidad, creo que eran las truchas. Había unas truchas cojonudas. Estaban para comérselas. Ami me gustaban mucho -y me siguen gustando- escabechadas...
Todo un placer, esto de los recuerdos.

Que pasa amigos? Rubén tú bailas muy bien (incluso mejor que juegas al dominó, que ya es decir) eso si, peor que tu padre. Hace tiempo que no voy a las trastadas, pero en nuestro tiempo era un día especial (recuerdo lo de los burros en la pista, el ponche, los huevos, los carros..........). Pepe dices que si estoy domado, si los bueyes de Manuel (el de Aurora) lo estaban, ya me contarás yo. Cantar sigo cantando (Rubén, lo sabe) lo que pasa es que nos vamos haciendo mayores. Las truchas de Peñadrada muy buenas, ahora las de Primout mejor. Arriba Villamartin. Forza el Auteiro. Visca la banda la mosca, y la madre que nos parió

Está bien, Fidel; está bien. Estoy de acuerdo en que las truchas de Primout estaban muy buenas, pero había algo de mito en todo ello. Aunque buenas, excelentes; eran las de Anllarinos, hasta que la Central Térmica de Anllares convocó multitudes, y todo fue deteriorándose. Igual de buenas, si me apuras, estaban también las de Cariseda. ¡Qué buenos momentos aquellos!. Pero tienes que reconocerme que, en Peñadrada, había alguna trucha muy buena. Vamos, para relamerse. Aunque aquellas emociones de meter las manos por debajo de las piedras parezcan ya lejanas...
Un abrazo, Fidel y otros tantos para todos