A MI PUEBLÍN, VILLAFAÑE
¡Ay Villafañe querido!
cuánto te puedo querer;
me marché siendo un guajín
y siempre quiero volver.
Villafañe, Villafañe,
te añoro en la lejanía;
si yo pudiera volar,
ahora mismo volvería.
Cómo recuerdo tus gentes,
amigos y familiares
recuerdo todas las casas
aunque hoy sean solares.
El Camino Vecinal;
allí transcurrió mi infancia;
y el bar de mi prima Luci
donde estaba La Parada.
Yo me acuerdo de la Presa
y también de Las Linares;
de los prados de La Huelga
y ¡cómo no!... ¡Los Silbares!.
En La Frontibna y SorribaS
y corriendo muy felices,
cuando más calor hacía
cogíamos las perdices.
Íbamos a Las Cuevonas
a buscar cosas de oro,
pues los viejos nos decían
que allí vivieron los moros.
¡Cómo no! ¡Fiesta d el Carmen!
la mejor de la Comarca;
qué ilusión y qué juergazas
ya desde por la mañana.
Siempre defenderé mi pueblo
con uñas, garras y dientes;
y hablaré de Villafañe
con lo mejor de mi mente.
Cuando defiendo mi tierra:
¨ ¡que calles, coño, que calles!
(le digo yo a mi debatiente)
¡que yo soy de Villafañe!".
Si alguna raíz perdí
en Villafañe, mi pueblo,
es por culpa de un amor
llamado Nati Renedo.
Dos amores en mi vida:
Nati y Villafañe son.
Dos amores que ya siempre
llevaré en mi corazón.
Nati, de Burgos, señores;
Villafañe... de León;
dos provincias estupendas
que yo adoro con fervor.
Santiago Santamarta González (de Villafañe, claro)
¡Ay Villafañe querido!
cuánto te puedo querer;
me marché siendo un guajín
y siempre quiero volver.
Villafañe, Villafañe,
te añoro en la lejanía;
si yo pudiera volar,
ahora mismo volvería.
Cómo recuerdo tus gentes,
amigos y familiares
recuerdo todas las casas
aunque hoy sean solares.
El Camino Vecinal;
allí transcurrió mi infancia;
y el bar de mi prima Luci
donde estaba La Parada.
Yo me acuerdo de la Presa
y también de Las Linares;
de los prados de La Huelga
y ¡cómo no!... ¡Los Silbares!.
En La Frontibna y SorribaS
y corriendo muy felices,
cuando más calor hacía
cogíamos las perdices.
Íbamos a Las Cuevonas
a buscar cosas de oro,
pues los viejos nos decían
que allí vivieron los moros.
¡Cómo no! ¡Fiesta d el Carmen!
la mejor de la Comarca;
qué ilusión y qué juergazas
ya desde por la mañana.
Siempre defenderé mi pueblo
con uñas, garras y dientes;
y hablaré de Villafañe
con lo mejor de mi mente.
Cuando defiendo mi tierra:
¨ ¡que calles, coño, que calles!
(le digo yo a mi debatiente)
¡que yo soy de Villafañe!".
Si alguna raíz perdí
en Villafañe, mi pueblo,
es por culpa de un amor
llamado Nati Renedo.
Dos amores en mi vida:
Nati y Villafañe son.
Dos amores que ya siempre
llevaré en mi corazón.
Nati, de Burgos, señores;
Villafañe... de León;
dos provincias estupendas
que yo adoro con fervor.
Santiago Santamarta González (de Villafañe, claro)