Echo de menos los Veranos en Valderas, los pasabamos con mis abuelos en una pequeña casa. Era maravilloso, jugabamos con los vecinos, íbamos al mercadillo, a la piscina y en la Feria lo pasabamos muy bien. Cada vez que lo pienso siento un cosquilleo en el estómago. Es una pena no poder volver atrás y ser un niño, pero es estupendo haberlo vivido.