Manda narices como te superas, lo tuyo desde luego es la poesia.
Entre dorados trigos, verdes prados y el arrullo de los ríos, hiere el jilguero con sus trinos el rutilante rayo de luz que se filtra presuroso por entre las lomas al amanecer.
Jo, que poeta.
Remanso de paz, aunque con sus líos, al fondo del valle y al lado de un río, duerme mi pueblo llano y no por ello castellano.