Cestos para vendimias, SAN JUSTO DE LOS OTEROS

Han pasado a la historia como útiles, pero siguen anclados en la memoria de muchas niñ@s de mi época que nos metíamos dentro de ellos, abrigados, en el carro de las vacas para desplazarnos hasta los varcillares, bien temprano y con mucho frío, que más tarde se convertiría en fuego.
(Septiembre de 2002)