SAN JUSTO DE LOS OTEROS

Habitantes: 37  Altitud: 791 m.  Gentilicio: Sanjusteño/a 
Hoy amanece en SAN JUSTO DE LOS OTEROS a las 08:10 y anochece a las 20:43
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Situación:

Carretera, LE-6605.

Se encuentra situado al sur de la provincia, en un bello paraje, que da nombre a la comarca, pequeños oteros o lomas que jalonan este espacio natural. Desde estas lomas, en días claros se divisan a simple vista las cordilleras que discurren de izquierda a derecha o a la inversa, cubiertas de nieve en invierno y limpias en verano y primavera. El otero de las bodegas es un "mirador" excelente, por un lado el pueblo y al fondo las cordilleras encadenadas, Montes de León, Sistema Ibérico; y por el otro el Valle, llamado la Velliña una pradera sembrada de vacas en mi niñez, es una delicia para la vista.

Ayuntamiento:

La pedanía de San Justo de los Oteros pertenece al municipio de Corbillos de los Oteros.

Lo forman "cuatro luceros": San Justo, Nava, Rebollar y Corbillos que da nombre al municipio. Los más poblados fueron y siguen siendo Rebollar y San Justo. Actualmente Corbillos semidesierto excepto en verano igual que Nava. Se mantienen, aunque perdiendo población, Rebollar y San Justo.
Cada pueblo celebra sus fiestas patronales, y una se ha hecho famosa.
"SAN ISIDRO LABRADOR", en el centro cultural de la Camara Agraria, cada año el local se hace pequeño. Comida, merienda y cena, para todos, que en armonía comemos, jugamos, bailamos y nos divertimos. Es una delicia. La familia extensa se reúne aunque siempre echamos en falta a alguien. Animo a todos incluso los centenarios y nonagenarios, hijos del pueblo.

Monumentos:

San Justo tiene la ermita del patrón "SAN ROQUE", 16 de agosto, de arquitectura rural de la zona, paredes de tapial y elementos de piedra de la zona; Iglesia mozárabe, arquitectura sonal, tapias de barro. Fué esta iglesia el centro de la comarca, donde en los años 40 el obispo pernoctaba en este pueblo, pues su iglesia era como una pequeña catedral, el retablo barroco del XVIII, columnas salomónicas dobles, dos lienzos de S. Pedro y S. Pablo, sus grandes dimensiones a destacar como elementos mas llamativos, junto a su artesonado policromado en el presbiterio.
Actualmente se halla despojada de su retablo, ubicado en la Iglesia de Santo Toribio de Mogrovejo de la capital leonesa, que junto con él desaparecieron tallas de Santa Ana, San Salvador, y otras, así como la puerta de la sacristía, actualmente vitrina de objetos en un descansillo del museo de la catedral sin procedencia alguna.
En la parroquia dos tallas una del crucificado y Virgen del Rosario.
Monumentos naturales, los oteros y las cuevas o bodegas, obra de nuestros antepasados, que con su intuición y buen criterio nos legaron estas joyas a la vez que nos enseñaron a cuidar los barcillares y elaborar vino de la uva prieto picudo, deliciosa.
El Canal, alimentado con aguas del pantano del Porma, discurre fertilizando su margen derecha hacia León, y haciendo un vergel de nuestros campos sedientos y por él poblados y fecundos, ricos en remolacha azucarera y maíz, así como toda la huerta de la "Pradera Valdebeso", monumento agroalimentario de nuestro ayuntamiento.

Quiero añadir un dato sorprendente, referido a nuestro templo parroquial, el artesonado de la única nave, y que algún estudioso con tiempo, podría investigar. El templo mozárabe de San Justo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción y posteriormente, a El Salvador, posee una techumbre con armaduras de madera o alfarje, que podrían ser atribuídas a Antonio de la Carrera, semejantes a las que tiene el monasterio premostratense de Santa Sofía de Toro, en Zamora documentado en este monasterio entre 1540 y 1545, no se trata de cosa simple sino una verdadera obra de arte, digna de cuidado y mimo, cosa que no se le dedica y este abandono puede ser la desaparición de la misma, ya que la cubierta del tejado, se reteja solamente y las goteras han deteriorado ya algunas zonas de este bello artesonado. Esta Iglesia gemela la de Toro, de nave única como la nuestra con cabecera cuadrangular, igual que la zona desaparecida de San Justo, estaba separada también por un arco de medio punto, conservado ese sí en San Justo, de piedra del lugar muy caliza. La Iglesia de Toro, convento actualmente de las monjas norbertinas, conocidas como las Sofías- ah! hay muchas de León- perteneció al antiguo palacio de María de Molina.

Fiestas:

15 y 16 de Agosto, la localidad es un hervidero de gente, todos regresan, es como un resorte que los atrajera, pequeñas propuestas, hacen de estos días una fiesta, saludos, sonrisas, encuentros. La vida fluye en sus calles, y todos, del más pequeño al más mayor sienten un algo especial, que no quieren perder año tras año.

Las celebraciones religiosas, la música y el churrasco, los juegos infantiles y campeonatos de petanca, tute, brisca y mus, llenan los minutos de cada cual.
El encuentro familiar intergeneracional es un balón de oxígeno par el espíritu y los lazos familiares se estrechan un poco más haciendo la vida más dulce.

Costumbres:

Perviven las de carácter religioso por encima de otras que estaban asociadas a las labores del campo.
La matanza del gocho, era un acontecimiento familiar que se extendía a vecinos y amigos, era una fiesta que los niños disfrutábamos de modo especial aunque a algunos nos asustaban y dolían los gritos del pobre y buen animal destinado a cubrir necesidades alimentarias grandes en aquellas épocas.
El pasacalles en la fiesta grande patronal como diana festiva, en la que los vecinos obsequiaban a los músicos y los mozos con licores caseros y dulces artesanos que sentaban bien a esas horas matineras.
La representación del auto de los "REYES MAGOS", los de San Justo, famosos por su vistosidad, en la comarca.
El AGUINALDO párroco, la mañana de Reyes, era siempre una enorme naranja, que los niños recibíamos como un pequeño tesoro.
La corrida de cintas, a caballo o en bicicleta del día de la fiesta.
Las procesiones de siempre con los santos y estandartes, en las que todo el pueblo acudía en masa, del mayor al más chico.
El engalanado de las calles el día del Corpus Christi y los altares, donde se colocaban los recien nacidos y bebés, para que el Señor los bendijera y los balcones adornados con hermosos colgantes, solían ser colchas especiales, para el momento.
La MANTA de cuadros de colores, que era la que se usaba el día de fiesta, todos los hombres las lucían en misa mayor.
La CAPA NEGRA majestuosa y herencia de padres a hijos, hoy perdida.
El Mantón de las mujeres, negro y de tacto suave, envolvía su figura y le daba un calorcito delicioso en ambientes gélidos, casas gélidas e iglesias gélidas.
EL DOMINGO TORTILLERO, fiesta familiar, se hablaba a los niños de ir a "correr la tortilla", antes de la Semana Santa. Comida campestre, en San Justo, el lugar eran las cuevas o bodegas, se comía al aire libre, sobre el suelo. No faltan la tortilla y los huevos duros con aceite y pimentón. El vino de la cosecha y los dulces elaborados por las señoras de casa, señoras de nuestros corazones y reinas de la casa, nuestras MADRES, ABUELAS y TÍAS.
El juego de pelota a mano, era muy típico, a la salida de misa los domingos habia partido. El frontón restaurado e inaugurado hace ya unos cuantos años, es el símbolo de esta tradición. Hoy, apenas se juega, sólo en la fiesta mayor algún año que otro.
La Semana Santa se celebraba con mucha solemnidad. Como saben el Viernes Santo las campanas, grandes y pequeñas enmudecían y para llamar a los oficios utilizábamos las matracas y carracas, un tropel de niños y niñas recorría las calles del pueblo llamando a la oración.
Una de las costumbres que más me impresionaba, era la Adoración de la cruz este mismo día, en los oficios. Se hacía, acercándose de rodillas y habiéndose sacado los zapatos o zapatillas, se avanzaba desde los distintos ángulos de la iglesia hasta besar la cruz que se hallaba colocada sobre una almohadilla en el suelo, no recuerdo que los mayores, fueran de pie.
Por la noche, se hacía el Rosario de la Buena Muerte, procesionando, algunas personas descalzas, por las calles. Se cantaba con toda solemnidad y devoción a todos los misterios los misterios del rosario, lo cantaba un coro de hombres, (el Encuentro eran las mujeres) el pueblo contestaba: Danos Señor buena muerte, por tu santisima muerte..
El Domingo de Pascua por la mañana, dos coros cantaban el encuentro. La Virgen del Rosario con sus mejores galas, y eran buenas, sus mantos, el de luto negro y el de gala, bordado en oro y plata, el rosario y la mejor corona salía al encuentro de Jesús. resucitado. Ambos eran portados hasta encontrarse en el crucero, frente a la ermita, allí dos coros entonaban alternándose el canto del Encuentro.
Algún verso dice: -Buenos días, Virgen pura, madre del Divino Verbo, qué haces ahí por esas calles cubierta de velo negro. -Voy en busca de mi hijo que me han dicho que es muy cierto, que ayer tarde lo han prendido, escribas y fariseos.
Este día, en el pueblo se hacían unas rosquillas, de pascua, así se llamaban, planas, como un aro que podías colocarte como brazalete, en mi familia las hacía la abuela Tomasa, y estaban riquísimas, era el regalo que nos hacía ella, de manera muy especial. Todo en aquella época, suponía un esfuerzo, se agotaban las materias primas y había que distribuirlas, para solemnizar las fiestas. (Huevos, azúcar y aceite eran un lujo y se administraba sabiamente)
LA FERIA de San Martín de Tours, SANMARTINO, la llamábamos cuando yo era niña. La gran feria, todas las chicas y chicos del pueblo, esperábamos el regreso de nuestros padres. Solían venir con ganado nuevo, después de haber vendido crias si había habido suerte. Esperábamos en el cruce de camino y siempre había algo extraordinario: lápiceros nuevos, pizarra y pizarrines, algún cuaderno, y las "piedras" me parecían mágicas, eran tan iguales que casi dudabas de meterlas en la boca, pero recuerdo aquella sensación agradablemente dulce. Este momento hacía olvidar el frío en los pies, los sabañones que poblaban tu cuerpo, dedos de manos y pies y algunos hasta las orejas, esa noche no picaban o mordían como se dice en León. Era como una noche de Reyes. El frío invernal, la lluvia y el barro que nos calaban, la nieve que algunos años ya había hecho acto de presencia copiosamente. Parece que fue ayer, un ayer que recreo en estos apuntes que seguro muchos de los que entréis suscribiréis sin duda. Os acordáis de algo más? Creo que hasta encendíamos hogueras? alguien me lo confirma, recuerdo vagamente este detalle.

Historia:

Se tienen datos de la época romana, con hallazgos arqueológicos como la cerámica sigilata, y otras. Además monedas romanas de distintos tamaños y grabados.
Tambien hay vestigios de otras épocas, según el libro de Jose Luis Alonso Ponga: "Historia Antigua y Medieval de la Comarca de los Oteros" creo recordar este es el título.

Turismo:

La cata de vinos en las bodegas, el paisaje natural, los licores y dulces tradicionales, sus fiestas patronales, los productos de la huerta "Pradera Valdebeso", las frutas de temporada.
El paisaje agrario cambiante según la estación del año. El verde de los maizales que alegran la vista sin herirla; el campo del girasol, amarillo como el oro vegetal, te invita a contemplar esta flor tan bella, como una gigante margarita amarilla.
La recolección de la SETA DE CARDO, de excelente paladar, en otoño y primavera, si son benignos.
al subida al MIRADOR, de las bodegas, son placeres que están ahí como el agua de la fuente que mana para tod@s sin que mengue su caudal.
La belleza "CAMPESTRE", está ahí, no solo para los que nacimos en ella, sino para aquellos que todavía no han tenido la fortuna de descubrirla.