Hola, amigos. No hace mucho tiempo, después de ver un pequeño reportaje sobre el actual Riaño, escribí un soneto. Lo traslado también aquí, con ánimo de hacer un poco de justicia hacia un pueblo amado, hacia sus gentes admiradas y amadas, pensando en el turista que hoy en día se asoma al embalse y disfruta desde el "nuevo" Riaño del incomparable paisaje.
OCULTA TRAGEDIA
Bajo esta gran lápida de agua
donde no hay cruces, ni fechas, ni nombres,
reposan, graves, de mujeres y hombres
las almas, en cemento que no fragua.
Su grito es más fuerte que el silencio
que impone el breve mar de soledad.
Él mueve entre las peñas su frialdad,
más dura que la voz con que hoy sentencioo.
Bajo este cementerio de cristal
que copia con amor nuestras montañas,
no solo yacen muertos muy queridos,
también de muchos vivos, sin final,
sus sueños nacidos de las entrañas
quedaron bajo el agua sumergidos.
Francisco Tostón de la Calle
Bogotá, diciembre de 2018
OCULTA TRAGEDIA
Bajo esta gran lápida de agua
donde no hay cruces, ni fechas, ni nombres,
reposan, graves, de mujeres y hombres
las almas, en cemento que no fragua.
Su grito es más fuerte que el silencio
que impone el breve mar de soledad.
Él mueve entre las peñas su frialdad,
más dura que la voz con que hoy sentencioo.
Bajo este cementerio de cristal
que copia con amor nuestras montañas,
no solo yacen muertos muy queridos,
también de muchos vivos, sin final,
sus sueños nacidos de las entrañas
quedaron bajo el agua sumergidos.
Francisco Tostón de la Calle
Bogotá, diciembre de 2018