OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

PRADO DE LA GUZPEÑA: Hoy toca ir a por el carbón. Todavía no ha amanecido...

Hoy toca ir a por el carbón. Todavía no ha amanecido y ya estoy terminando el tazón de leche migada, cuando mi padre pica a la ventana. -Nos vamos. El carro ya está uncido y las vacas parece que tienen prisa.
Termino la leche de un trago y salgo corriendo. Está empezando a llover, por lo que tengo que volver a buscar un paragüas, mi padre nunca lo utiliza, dice que con paragüas no se vé a lo lejos. Subo de un salto al carro, me acurruco en la parte delantera y me tapo con el paragüas.
Ayer mi padre dió otros dos viajes, pero como el carbón no era para nosotros, yo no tuve que acompañarle. Hoy llegaré tarde a la escuela y el maestro, Don Canuto, me pondrá mala cara y me pedirá explicaciones. -he tenido que ir con mi padre a buscar el carbón, le diré, y no tendrá más remedio que aceptar la disculpa.
Aunque por mi edad yo no cargo el carro, sí he de vigilar las vacas para que estén tranquilas y no se muevan ni cabeceen mientras mi padre, palada tras palada, carga el carro. Lleva dos quintales, pero hoy el carbón está algo mojado, pesa más de la cuenta, las vacas no podrán con tanto peso y habrá que dejar algo para otro viaje.
A las diez menos cuarto ya está el carro listo y volvemos para casa, despacio, porque el suelo está mojado y hay que evitar que las vacas den resvalones y se manquen.
Al entrar al pueblo dejo a mi padre con el carro y me voy corriendo a la escuela. Cuando llego son las diez y media y Don Canuto, (el maestro), está explicando no se que historia sobre el río de su pueblo, Santa María del Páramo, el mejor pueblo de la provincia de León, es que tiene de todo, tal y como dice cada vez que viene a cuento y aunque no venga.
- De dode se supone que vienes a estas horas?, pregunta levantando la voz.
-Sr. Maestro, es que he tenido que ir con mi padre a buscar el carbón.
- Ya se te nota. Vete fuera y lávate las manos y las cara, que pareces un carbonero.